La inacción en derechos laborales "deshonra" a Catar, según Amnistía Internacional

  • A pesar de las presiones, Catar no ha hecho "casi nada" para poner fin a los abusos ligados a las condiciones de trabajo de los miles de inmigrantes que trabajan en la preparación de las infraestructuras de la Copa del Mundo-2022, cinco años después de que su organización le fuese asignada, afirmó el martes Amnistía Internacional.

La ausencia de verdaderas reformas "deshonra" a Catar y a la FIFA, añadió Amnistía Internacional en una declaración publicada para hacerla coincidir con el quinto aniversario de la concesión del Mundial al emirato de la Península Arábiga, el 2 de diciembre de 2010.

"Pese a la divulgación masiva de las espantosas condiciones a las que hacen frente la mayoría de los obreros de la construcción, las autoridades cataríes no han hecho casi nada eficaz para poner fin a la explotación crónica", de los inmigrantes, estimó la organización de defensa de los derechos del Hombre, ubicada en Londres.

Amnistía apeló a los dirigentes de la FIFA y a los patrocinadores del Mundial de fútbol para que hicieran presión sobre Doha para conseguir avances antes de que fuera demasiado tarde.

Mustafa Qadri, investigador de Amnistía declaró: "Se ha hecho demasiado poco para luchar contra los abusos generalizados ligados a los trabajadores inmigrantes. Las reformas propuestas por el gobierno no permiten atacar las cuestiones centrales que dejan a tantos trabajadores a la merced de los empleadores, y ello cuando la puesta en práctica de esas mismas medidas ha sido incluso retrasada", añadió.

Amnistía deploró que Catar no haya realizado ningún cambio en los aspectos claves, especialmente la posibilidad para los obreros de cambiar de empleo, de dejar el país, o de adherirse a un sindicato.

Según la organización se han cumplido "progresos limitados" en dos de nueve aspectos a mejorar: por un lado los salarios, y por el otro la salud y la seguridad.

Amnistía informó de las declaraciones de un obrero de la construcción, apellidado 'Ramesh', que se quejó a sus empleador.

"Le dije que quería volver a mi país porque mi sueldo llegaba siempre con retraso. El jefe gritó: 'Continúa con trabajando, si no, no te irás nunca'".

Cerca de 1,8 millones de trabajadores extranjeros viven en Catar, muchos de los cuales lo hacen en las infraestructuras ligadas al Mundial-2022.

En octubre Catar anunció su intención de modificar el controvertido sistema llamado 'Kafala', que impide a un trabajador dejar el país o cambiar de empleo sin el acuerdo con su empleador. Pero las autoridades no precisaron cuándo se llevarían a cabo esos cambios.

En noviembre Catar introdujo un sistema de protección de los salarios con el fin de asegurar que los obreros extranjeros -originarios en su mayoría del sur de Asia- fueran pagados a tiempo.

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