La mejor terapia, risas y juegos con osos marinos

  • Madrid.- Complicidad, seguridad y muchas risas es la terapia que ofrecen los osos marinos de Faunia para que niños con discapacidad psíquica o física pasen una tarde de juegos diferente, capaz de llenarles de alegría gracias a la conexión "única" que establecen con estos animales.

La mejor terapia, risas y juegos con osos marinos
La mejor terapia, risas y juegos con osos marinos

Madrid.- Complicidad, seguridad y muchas risas es la terapia que ofrecen los osos marinos de Faunia para que niños con discapacidad psíquica o física pasen una tarde de juegos diferente, capaz de llenarles de alegría gracias a la conexión "única" que establecen con estos animales.

Gonzalo, de seis años, deja de llorar y empieza a reír en cuanto entra en el agua y se reencuentra con los que ya considera sus amigos de juego en una terapia que amortigua los efectos del síndrome 3P-, una enfermedad rara que retrasa su desarrollo psicomotor y de la que sólo se conocen 34 casos en el mundo.

"En cuanto le enseñamos el neopreno se emociona y empieza a dar gritos de alegría porque le apasiona estar en el agua y jugar con estos animales, a los que ya reconoce", cuenta emocionada Marta, la madre de Gonzalo, al ver cómo su hijo no para de reír en la piscina.

Gonzalete, como le llaman sus padres, apenas anda y no habla, pero en el agua establece con los osos marinos una comunicación especial, mediante lenguaje no verbal, que le estimula física y sensorialmente y que le proporciona un rato de completa felicidad.

Marta lo tiene claro: "ya ha recibido terapia con otros animales pero nunca ha mostrado tanta alegría como con estos osos que también parecen estar conectados con él".

Y sí lo están, asegura el entrenador de mamíferos marinos de Faunia, Nacho Barrio, porque los animales tienen con él un cuidado especial cuando notan que es un niño especial y también disfrutan cuando lo sienten cerca.

Los osos marinos tienen una gran empatía y son muy sociables, características que les hacen perfectos para tratamientos de este tipo pero además, explica Barrio, la clave está en conocer bien a cada unos de los animales y dedicarles a aquella actividad que más les gusta.

Es el caso de Cimo, al que le encanta que le acaricien y es "idóneo" para que Gonzalo le de abrazos y besos, acaricie su piel, toque sus aletas y disfrute con sus saltos y movimientos en el agua.

"Con los animales estos niños se sienten más a su nivel", señala a Efeverde la maestra del Instituto de Neuropsicología y Psicopedagogía Aplicadas (INPA), Elena Escalada, al destacar los beneficios de las actividades de este tipo para el desarrollo de la motricidad, la confianza y la comunicación no verbal de los niños.

Normalmente hay tantas áreas del desarrollo que trabajar con ellos que se pasan el día de una terapia en otra; por eso la terapia con animales alcanza una importancia mayor, porque es sobre todo lúdica, de disfrute, y les motiva de forma diferente.

En el caso de los osos marinos, además, Escalada destaca que la actividad se desarrolla en el agua, un medio en el que los niños con dificultades motoras se desenvuelven con "menos dificultad", por lo que el trabajo pasa a ser un juego de experimentaciones positivas en el que el principal objetivo es estar alegre.

Un objetivo cumplido en el caso de Gonzalo, que reparte risas y gritos de felicidad durante los treinta minutos que dura su baño con los osos marinos.

El éxito de la experiencia ha sido tal que Gonzalo, el primero en realizar este tipo de terapia en Faunia, abrirá camino a otros niños y el baño será pronto un programa específico para niños con discapacidad con el que, asegura Barrio, "los entrenadores daremos un nuevo sentido a nuestro trabajo".

Isabel Pérez del Puerto.

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