La ONU condena un nuevo ataque del M23 contra uno de sus helicópteros

  • La ONU condenó enérgicamente hoy un nuevo ataque por parte del movimiento rebelde congoleño M23 contra un helicóptero desarmado de su misión en la República Democrática del Congo (RDC), la segunda acción de este tipo que los insurgentes llevan a cabo en menos de una semana.

Kinshasa, 19 oct.- La ONU condenó enérgicamente hoy un nuevo ataque por parte del movimiento rebelde congoleño M23 contra un helicóptero desarmado de su misión en la República Democrática del Congo (RDC), la segunda acción de este tipo que los insurgentes llevan a cabo en menos de una semana.

"El ataque más reciente ocurrió esta mañana, cuando el helicóptero estuvo bajo fuego directo procedente de posiciones ocupadas por el movimiento rebelde del M23 en la región de Kibumba, en el territorio de Rutshuru de Kivu del Norte (este del país)", se lee en un comunicado de la Misión para la Estabilización del Congo (MONUSCO).

El helicóptero atacado no presenta signos de haber recibido el impacto de los disparos ni sufrió daños como consecuencia del fuego rebelde.

El jefe de la Misión de la ONU para la Estabilización del Congo (MONUSCO), Martin Kobler, y la Enviada Especial del Secretario General de la ONU para la Región de los Grandes Lagos, Mary Robinson, condenaron personalmente el incidente.

Kobler y Robinson se encuentran hoy en Kampala asistiendo a las conversaciones de paz que desde el pasado septiembre retomaron los rebeldes y el Gobierno de Kinshasa.

MONUSCO señaló tras denunciar el ataque que "nada debe impedir o interferir" en el resultado positivo del diálogo de la capital ugandesa, en el que, según indicaron hoy los rebeldes, se han producido grandes avances que acercan a las partes a la firma de un acuerdo de paz.

Pese al optimismo mostrado por el M23, el Gobierno de la RDC ha pedido prudencia y ha puesto en duda la capacidad de los rebeldes para respetar su palabra.

Los combates entre el M23 y las fuerzas congoleñas se reanudaron el pasado junio en la provincia oriental de Kivu del Norte, cuando los rebeldes amenazaron con volver a ocupar su capital, Goma, como hicieron en noviembre de 2012.

Los insurgentes se retiraron entonces de Goma, tras la presión de la ICGLR y el compromiso del Gobierno de Kinshasa de negociar con ellos, si bien el diálogo entre ambas partes llevaba estancado hasta el pasado septiembre.

La RDC está inmersa todavía en un frágil proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003), que implicó a varios países africanos, y tiene desplegados en su territorio a unos 19.000 efectivos de la ONU.

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