La política paquistaní sigue sin ser cosa de mujeres

  • Pakistán se prepara para unos comicios considerados clave para su proceso de democratización pero el desequilibrio de género arroja un acusado déficit para las mujeres, tanto en su condición de votantes como de candidatas.

Pau Miranda

Islamabad, 10 may.- Pakistán se prepara para unos comicios considerados clave para su proceso de democratización pero el desequilibrio de género arroja un acusado déficit para las mujeres, tanto en su condición de votantes como de candidatas.

Con un 43 % del total de votantes registrados y solo un 3 % del conjunto de candidatos, las mujeres siguen lejos de ocupar un sitio relevante en una esfera política que es reflejo del papel secundario que tiene la población femenina en la sociedad paquistaní.

Para el optimismo hay algunos datos, como que por primera vez se ha presentado una candidata en las zonas tribales, donde la discriminación de género alcanza sus mayores cotas, o el notable incremento del número de candidatas respecto a los comicios de 2008.

En las últimos elecciones generales y provinciales solo 195 féminas osaron presentarse como candidatas, mientras que en esta ocasión han sido 448 (frente a más de 15.000 varones), lo cual aparece como un paso positivo.

"El incremento, que representa más del doble que en 2008, es un avance destacable, pero hay que matizar que de las 448 candidatas solo 60 están en las listas de los partidos", recuerda la académica y experta local en temas de género, Farzana Bari.

"Los partidos son reticentes a dejar participar a las mujeres y eso denota la desconexión que hay entre la clase política y unas mujeres que, cada vez más, quieren un papel que se niegan a darles", lamenta Bari, profesora en la Universidad Qaid-e Azam de Islamabad.

La falta de interés del grueso de las formaciones políticas por dejar entrar a las mujeres en la esfera pública no se nota solo en la falta de candidatas en sus listas, también se ve en el desinterés por promover efectivamente su participación como electoras.

El pasado febrero, poco antes de que se abriera el proceso electoral, el Senado rechazó por unanimidad una propuesta de la diputada Fatyana Riaz para que no se aceptaran las votaciones en aquellos colegios electorales con menos de un 10 % de voto femenino.

El fracasado intento legislativo quería ayudar a corregir el sesgo de los últimos comicios, hace cinco años, cuando 564 colegios electorales cerraron la jornada de votación sin un solo voto de mujer.

La misión de observación de la Unión Europea constató en su informe de las pasadas elecciones la infrarrepresentación de las mujeres "en todos los aspectos del proceso electoral, lo cual mina su universalidad e igualdad", de acuerdo a un informe de la UE.

La analista de género de la misión observadora para los comicios 2013, la finlandesa Salomé Hirvaskoski, recalca que, en lo referente a la igualdad de género, la misión "se centra en la realización" de los compromisos adquiridos por Pakistán.

La exdiputada y candidata del Partido Nacional Awami, Bushra Gohar, ve algunos 'brotes verdes' con la entusiasta participación de mujeres en la pasada campaña y las declaraciones de los grandes partidos sobre la necesidad de promover la votación femenina.

"El número de mujeres censadas para votar se ha incrementado, y el interés general de las paquistaníes por la política ha subido, pero es verdad que no es suficiente", reconoce Gohar.

Entre las embajadas occidentales la sensación es que, en general, lo importante es que los comicios se lleven a cabo de forma transparente, y que asuntos como la igualdad requieren un mayor recorrido democrático para poder ser abordados a fondo.

Más allá de la desigual participación en el proceso de elección, preocupa también el giro conservador que parece saldrá de los comicios, en los que la anterior coalición liberal encabezada por el Partido Popular dejará seguramente el Ejecutivo a la Liga Musulmana.

"No es una buena noticia, aunque hay que recordar que la anterior alianza de Gobierno llegó a pactar con los partidos islamistas", dice la académica Bari, quien reconoce, sin embargo, que "ahora habrá que batallar aún más por la agenda de igualdad".

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