La red tbs advierte de que la tuberculosis es “un problema de salud pública de primerísima magnitud” en españa


La Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad (TBS), compuesta por entidades como los colegios de médicos y Cruz Roja Española, advirtió este martes de que la enfermedad sigue siendo en este país “un problema de salud pública de primerísima magnitud”, por lo que abogó por la creación de un “auténtico plan nacional” y por la “reflexión” política sobre el decreto que expulsó de la atención sanitaria pública a los inmigrantes en situación irregular.
La citada red hizo estas consideraciones en el Día Mundial de la Tuberculosis, una enfermedad que según los últimos datos, afecta en España a más de 5.700 personas al año y que causa la muerte en todo el mundo de 1,5 millones cada 12 meses.
Según afirmó en rueda de prensa Julio Ancochea, presidente del comité científico de la Red TBS, “la tuberculosis es un problema de salud pública de primerísima magnitud” en España, lo que “exige soluciones y coordinación por parte de las autoridades sanitarias”, que deben saber que pese a que los casos de afectados han disminuido en los últimos años, están por encima de los registrados en países vecinos y son “más complicados socialmente”
En España, indicó a este respecto Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), “la exclusión genera más exclusión y antes o después, intolerancia y violencia”, y la tuberculosis, por el hecho de tenerla, provoca esa exclusión en los afectados.
España es particular también porque el 30% de su población infectada por la tuberculosis es inmigrante, si bien la cifra ronda el 50% en ciudades grandes como Barcelona o Madrid, lo que, a juicio de la Red TBS debería hacer que las autoridades sanitarias reflexionaran sobre la aplicación del decreto de 2012 que reformó algunos aspectos del Sistema Nacional de Salud (SNS) y expulsó de la asistencia sanitaria pública a los inmigrantes en situación irregular.
Con este decreto, coincidieron los miembros de la Red presentes en la rueda de prensa, no es que haya aumentado la mortalidad por tuberculosis en España, pero sí los diagnósticos tardíos y los casos “más complejos”.
Y es que, dicho decreto “crea un ambiente desfavorable” para el tratamiento de la enfermedad, además de “ser injusto y poco inteligente”, declaró Rodríguez Sendín, quien lo calificó incluso de “estúpido” y aseguró que, lejos de ahorrar, “genera costes”.
Sea como fuere, el decreto no se aplica de igual forma en todas las comunidades, en opinión de Juan Jesús Hernández, responsable del Plan de Salud de Cruz Roja, quien pide en este sentido que se atienda a todos los inmigrantes infectados por tuberculosis durante todo el proceso que dura su enfermedad y no solo en la fase de urgencias.
La revisión del decreto y la creación de un Plan Nacional contra la Tuberculosis son los pilares fundamentales sobre los que debería girar la política de lucha contra esta enfermedad en España, donde se contabilizan entre 10 y 12 casos por cada 100.000 habitantes, según Pilar de Lucas, presidenta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
La doctora de Lucas señaló que si bien la tuberculosis “no desaparecerá nunca”, hay que minimizar su impacto “mucho más” y conseguir que todos los enfermos puedan curarse, ya que ahora lo hacen entre el 77 y el 80% de los afectados, cuando hace años la tasa rondaba el 100%. Este “retroceso” se debe, añadió, a la aparición de más episodios multirresistentes y al aumento de abandonos del tratamiento.
Según los últimos datos disponibles, en España se registran más de 5.700 episodios de tuberculosis al año y, seguramente, otros muchos que quedan sin diagnosticar, lo que supone una cifra “sensiblemente menor” que hace años, pero superior a la de países vecinos, incidió Benjamín Abarca, presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

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