La Sierra de Gredos tiñe de amarillo sus cumbres con la floración del piorno

  • Hoyos del Espino (Ávila).- Los últimos días de la primavera han teñido las cumbres de la Sierra de Gredos de un intenso color amarillo, coincidiendo con la floración del piornal, el matorral característico de este macizo que pretende aprovechar este capricho de la naturaleza para atraer visitantes.

La Sierra de Gredos tiñe de amarillo sus cumbres con la floración del piorno
La Sierra de Gredos tiñe de amarillo sus cumbres con la floración del piorno

Hoyos del Espino (Ávila).- Los últimos días de la primavera han teñido las cumbres de la Sierra de Gredos de un intenso color amarillo, coincidiendo con la floración del piornal, el matorral característico de este macizo que pretende aprovechar este capricho de la naturaleza para atraer visitantes.

Con este objetivo, la Asociación de Empresarios del Norte de Gredos (ASENORG), que cuenta con 75 socios, ha puesto en marcha este año el I Festival del Piorno en Flor, que entre sus actividades ha incluido la puesta en marca de un recorrido con veintidós puntos de observación de ese fenómeno de florescencia.

También conocidos como retamas o escobas, los piornos convierten esta parte del norte de Gredos entre abril y julio en un auténtico deleite para los sentidos, debido a la espectacularidad de su color vainilla, mezclado con el verde y el morado del cantueso, entre otras muchas especies de la rica flora de la zona.

La presidenta de Asenorg, Isabel Sánchez Tejado, ha comentado a Efe cómo con esta iniciativa esta asociación pretende "promocionar una zona todavía desconocida" para el gran púbico, en la que pueden verse grandes extensiones de piornos en flor, que no pueden verse en otros puntos en la misma amplitud.

En total, estos días y hasta finales de julio o principios de agosto, el visitante dispone de 5.200 hectáreas para deleitarse con estos montes coloreados de amarillo gracias a este arbusto familia de las leguminosas, que crece a una altitud considerable y que puede medir entre cincuenta centímetros y dos metros.

Aunque la Sierra de Gredos cuenta con doce especies diferentes que conforman su piornal, la variedad endémica de este macizo es el "piorno serrano" (Cytisus oromediterraneus), que puede verse desde los 1.700 a los 2.100 metros de altura e incluso más arriba.

No obstante, también existen otro tipo de piornales a menor altitud, que conforman las doce variedades que se han detectado en Gredos, donde los impulsores de esta iniciativa han distribuido veintidós miradores señalizados, también a través de GPS, para disfrutar de un entorno y unas vistas privilegiadas.

Partiendo desde el Parador de Gredos, en Navarredonda de Gredos, o de Hoyos del Espino, el visitante puede detenerse en privilegiadas atalayas a las que puede accederse por carretera en coche, aunque también existe la posibilidad de hacerlo por caminos.

Este matorral constituye un cerrado y tupido medio, ideal para algunos animales vertebrados e invertebrados, lo que propicia una rica variedad de insectos, así como de arácnidos y escarabajos, lo que constituye una fuente ideal de alimento que atrae a aves insectívoras.

Al mismo tiempo, los piornos constituyen un estrato arbustivo muy cerrado, que supone una evidente amortiguación térmica y una barrera contra el frío y el seco viento cimero.

Además, sirve como protección a depredadores como las rapaces, proporcionando abrigo y hábitat a muchas especies de aves entre las que figuran el acentor común y alpino, el escribano montesino, la tarabilla o el pechiazul.

Algunos de los asistentes a la presentación han recordado cómo hace años los piornos tenían varias utilidades que han ido perdiendo y que con este primer festival han pretendido recordar.

Entre ellas figuran las labores de los piornos como escobas o como simple elemento de ornamentación, sin olvidar su utilidad como elementos de combustión o como techo para los chozos en los que se refugiaban fundamentalmente los pastores.

Antonio García

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