La violencia en sudán del sur estremece a la onu, amnistía y médicos sin fronteras


El recrudecimiento de los combates en las últimas semanas entre las fuerzas gubernamentales y de la oposición en Sudán del Sur soliviantó este viernes a Naciones Unidas, Amnistía Internacional (AI) y Médicos Sin Fronteras (MSF), que censuraron los efectos negativos que estos enfrentamientos acarrean en la población civil.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, señaló en un comunicado que la “intolerable” escalada de los combates entre las fuerzas del Gobierno y grupos de jóvenes y milicias aliados, de un lado, y el Ejército de Liberación Popular y grupos de la oposición, de otro, desde el pasado 29 de abril ha provocado “alarmantes” violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario y un “precio terrible” para los civiles.
“Desde hace más de 17 meses, mujeres, hombres y niños están sufriendo insensatamente por una catástrofe provocada totalmente por el hombre, viviendo en las condiciones más inhumanas. Más de dos millones de personas se han visto despojadas de sus hogares, sus medios de vida y su seguridad, y han perdido familiares por la muerte y el reclutamiento forzoso”, añadió.
Zeid indicó que hasta 10.000 personas más se han unido a otras 60.000 desplazadas internamente en las últimas semanas en la base de la ONU en Bentiu (Estado de Unidad), muchas de ellas andando largas distancias en condiciones muy peligrosas y con la amenaza constante de ser asaltadas y atacadas por grupos armados, en tanto que otras 1.600 están buscando protección en la “base mal equipada y vulnerable” de Naciones Unidas en Melut (Estado del Alto Nilo).
"Estas personas han estado viviendo en condiciones terribles y me estremece imaginar cuánto puede empeorar la situación humanitaria con el inicio de la temporada de lluvias. El conflicto indefendible en Sudán del Sur debería enfurecer la conciencia de todos y cada uno de nosotros en la comunidad internacional”, dijo.
Zeid afirmó que desde el pasado 29 de abril se han producido graves violaciones del derecho internacional humanitario, como asesinatos, violaciones, secuestros y la quema y destrucción de ciudades y pueblos de diversos condados del Estado de Unidad.
El Alto Comisionado advirtió a las partes en el conflicto de que deben tomar todas las medidas posibles para evitar daños a las vidas e infraestructuras civiles, incluidos el personal y los locales de las Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias.
“ESTREMECEDORES RELATOS”
Por su parte, nuevas investigaciones realizadas por Amnistía Internacional sobre el aumento de la actividad militar en Sudán del Sur durante las últimas semanas revelan “claramente que los esfuerzos regionales e internacionales por poner fin al sufrimiento humano que causa el conflicto armado del país han fracasado”.
Investigadores de AI acaban de regresar de Bentiu, donde han documentado violaciones de derechos humanos como homicidios, secuestros y violencia sexual contra civiles.
“El repunte de los combates entre las partes en el conflicto es una indicación clara de que los líderes de Sudán del Sur tienen poco interés en que cesen las hostilidades, mientras que la región y el resto de la comunidad internacional son reacios a tomar medidas decididas para abordar las reiteradas atrocidades”, señaló Michelle Kagari, directora adjunta de Amnistía Internacional.
Las personas entrevistadas por Amnistía Internacional hicieron “estremecedores relatos” sobre elementos de las fuerzas del Gobierno que incendiaban poblados enteros, mataban y golpeaban a sus habitantes, robaban el ganado y otros bienes, cometían actos de violencia sexual y secuestraban a las mujeres y los niños.
Kagari apuntó que estos ataques contra civiles perpetrados en el Estado de Unidad y el desplazamiento consiguiente reproducen los documentados por Amnistía Internacional a principios de 2014 y que el hecho de que algunas de esas mismas localidades estén siendo sometidas a “una reiterada sucesión de atrocidades” pone de relieve “la necesidad de que la Unión Africana, la ONU y otros organismos internacionales traduzcan su sonora retórica en medidas concretas para reducir el coste humano del conflicto”.
“Tiene que haber una amenaza creíble de rendición de cuentas para disuadir a quienes continúan cometiendo atrocidades con total impunidad, un embargo exhaustivo para detener el flujo de armas que agravan el conflicto y sanciones específicas que tengan un efecto disuasorio sobre quienes siguen violando el derecho internacional”, añadió.
SERVICIOS MÉDICOS AFECTADOS
Por su parte, Médicos Sin Fronteras subrayó que los enfrentamientos en Sudán del Sur exponen a la población civil a “una violencia generalizada” y restringe gravemente la provisión de una ayuda que en estos momentos resulta absolutamente indispensable.
Esta organización recalcó que el aumento de la violencia en los estados de Unidad, Jonglei y Alto Nilo ya provocado la suspensión de servicios médicos, la destrucción de estructuras sanitarias y la evacuación del personal médico.
“Esta última escalada de violencia deja terriblemente expuestas a las personas que están en las zonas de conflicto, que, además de sufrir los efectos directos de la violencia, se quedan sin la asistencia médica y humanitaria que en estos momentos precisan”, aseguró Paul Critchley, coordinador general de MSF en Sudán del Sur, quien agregó que “todas las partes del conflicto deben respetar a los civiles y a las estructuras sanitarias para no causar aún más sufrimiento a la población”.

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