Las hormigas construyen balsas con sus propios cuerpos para sobrevivir a inundaciones

    • Las crías configuran la base de la estructura, que es la zona más peligrosa, los trabajadores se sitúan en capas intermedias. La reina siempre va en el centro.
    • El estudio lo ha realizado la Universidad de Lausana.
Balsas creadas por hormigas
Balsas creadas por hormigas

Cuando las aguas suben e inundan el hormiguero, sus habitantes (las hormigas) tienen claro lo que deben hacer, crear balsas. Pero no usan ningún material para la construcción de este elemento. Ellas mismas son las piezas de una laboriosa estructura que tiene como objetivo principal la supervivencia del colectivo y del 'individuo'.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Lausana ha tomado una muestra de la hormiga Formica selysi, en las inmediaciones del río Ródano, en Suiza. Con ellas han creado colonias de diferentes tamaños y composición y las han sometido a los estragos de una inundación creada en laboratorio.

Las hormigas saben que el trabajo en equipo favorece a la colonia, por tanto unen sus fuerzas con ese fin. Al igual que tienen claro que la unión hace la fuerza, todos son conscientes del papel que ocupan dentro del grupo y asumen su responsabilidad de forma altruista. Todo sea por el bien del grupo.Las crías abajo, la reina en el centro.

Los trabajadores construyen una base boyante formada por los elementos de cría. Sobre ella crean alrededor de tres o cuatro capas on sus propios cuerpos de tal modo que cubran totalmente a la hormiga reina. La razón de esta estructura tan geométrica y bien diseñada no es social, pese a lo que se pueda pensar. El motivo es que tanto las larvas como las pupas (las crías) son mucho más flotantes y además con esta diferenciación se garantiza la continuidad del grupo.

La siguiente 'clase social' más resistente es la de los trabajadores. Por esta razón las hormigas obreras que no tenían crías con las que crear la base de sus balsas, se ofrecían ellas mismas a formar la primera capa. El tiempo medio de recuperación de estos insectos después de sufrir los estragos de un caudal torrencial es de alrededor de una hora.

Con este proceso de colaboración, las hormigas usan sus capacidades fisiológicas con el fin de minimizar al máximo los costes y optimizar las posibilidades de supervivencia ante una emergencia. Desde una óptica individualista, la hormiga reina apenas asume riesgos, mientras que las trabajadoras y las crías se enfrentan a ellos.

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