Las minorías étnicas se quedan fuera del milagro económico de Vietnam

Eric San Juan

Ho Chi Minh (Vietnam), 18 oct.- El milagro económico protagonizado por Vietnam en el último cuarto de siglo apenas ha favorecido a las minorías étnicas, que en su mayoría siguen viviendo en la miseria y ajenas al imparable desarrollo del país.

"La mitad de la población de las 53 minorías étnicas de Vietnam vive por debajo del umbral de la pobreza", alerta un informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo recogido recientemente por la prensa local.

Pese a que estas poblaciones apenas representan el 15 % del total de Vietnam, un informe del Banco Mundial revela que el 50 % de las personas pobres del país pertenece a estos grupos.

Para el sociólogo Le Quang Binh, del Instituto de Estudios Sociales de Hanoi, estas cifras indican que "los programas de asistencia económica son insuficientes, especialmente en el contexto actual de dificultades financieras".

Durante los últimos veinte años, la República Socialista de Vietnam ha asombrado al mundo con un crecimiento económico sostenido y una prodigiosa reducción de la miseria.

En apenas 20 años, el índice de pobreza ha pasado del 60 % al 11 % de la población, según datos gubernamentales, pero la brecha entre ricos y pobres aumenta, y los beneficios del crecimiento apenas llegan a estas comunidades, generalmente aisladas, que en muchos casos viven igual que hace un siglo.

Gabriel Demombynes, analista del Banco Mundial, achaca el problema a este aislamiento geográfico, pero también a "la exclusión cultural y social por la diferencia de la lengua, la falta de acceso a tierras de calidad y a la educación".

Pese a los esfuerzos del Gobierno de Hanoi por integrar a estas comunidades y asegurarse de que los más jóvenes aprendan el idioma nacional vietnamita en las escuelas, un reciente informe revela que más de un millón de niños de entre 5 y 17 años, en su mayoría pertenecientes a estos grupos, nunca ha acudido a la escuela.

"El Gobierno nos envía aquí desde otras zonas de Vietnam para educar a estos niños, pero apenas tenemos medios, la escuela está en ruinas y nos cuesta hasta conseguir cuadernos", se lamenta a Efe un profesor en un colegio para niños de la etnia hmong de la aldea de Thang Mo, en la norteña provincia de Ha Giang.

Mientras los pequeños aprenden a leer y a comunicarse en vietnamita, sus padres, que no hablan el idioma nacional, les esperan trabajando las agrestes tierras montañosas fronterizas con China.

Además de las dificultades intrínsecas a su aislamiento, otro informe del Banco Mundial en 2009 alertaba de "los estereotipos culturales" como uno de los factores que exacerbaba la pobreza de estos grupos con respecto a la etnia kinh (85 % de la población).

Para Bill Hayton, autor del libro Vietnam, The Rising Dragon (El dragón en alza), algunos grupos étnicos, como los hmong, "son percibidos de la misma manera que a menudo los europeos perciben a los gitanos: como deshonestos, subversivos y primitivos".

Consciente del problema, el régimen comunista de Hanoi ha anunciado en los últimos meses mayores ayudas a las comunidades más empobrecidas, así como una mejora gradual de las infraestructuras para reducir su aislamiento respecto al resto del país.

"Poco a poco tenemos que sustituir la ayuda directa por políticas de incentivos, como la formación de oficios y los microcréditos. También vamos a catalogar a las personas más desfavorecidas para darles la ayuda adecuada", declaró recientemente el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Pham Thi Hai Chuyen.

Sin embargo, Hayton considera que el futuro de estas etnias es "desalentador".

"Los pueblos remotos -remarca- siguen sufriendo una pobreza desesperante y la salida más rápida de la miseria es la migración a las ciudades, un paso difícil para gente sin el nivel educativo ni los contactos necesarios para conseguir un empleo".