Las protestas raciales en Missouri viven su quinta noche de violencia

La indignación en Ferguson, Missouri, continúa. Al igual que la violencia, el humo, los gases lacrimógenos y los vehículos blindados. Después de cinco días de protestas, el enfado en el estado norteamericano no se ha desvanecido, y la violencia está conduciendo al peor brote de protestas ciudadanas en los últimos años en el estado.

Este martes, la acción policial se cobró una nueva víctima: los agentes dispararon contra otra persona de raza negra, que se encuentra en estado crítico. Supuestamente, este estaba en un grupo de otras cuatro personas que tenían armas encima y llevaban máscaras. El agente que disparó asegura que el hombre herido le apuntó con su arma.

La muerte de Michael Brown, un joven de 18 años y de raza negra, es la causa de las protestas. Desde el sábado, día en el que fue asesinado por un policía, pese a que iba desarmado, la violencia ha arrasado las calles de la pequeña población de Ferguson, de mayoría afroamericana y cercana a St. Louis.

Las protestas continúan, en parte, por la reticencia de las fuerzas policiales a desvelar el nombre del policía que realizó el disparo. Supuestamente, este se encuentra en el hospital después de haber sido herido en la cara durante el confrontamiento con Brown. La versión policial es que Brown intentó quitarle el arma al agente en cuestión, pero esta versión de los hechos ha sido desmentida por un amigo del joven, que asegura que Brown tenía los brazos en alto cuando recibió los disparos.

Las protestas continúan mientras la policía intenta contener la violencia en la ciudad, al parecer, sin demasiado éxito. Desde el fin de semana se han repetido las protestas. Diez personas fueron detenidas este miércoles, entre ellas dos periodistas, Wesley Lowery de The Washington Post y Ryan J. Reilly de The Huffington Post, que aseguran que fueron detenidos dentro de un McDonalds y que fueron tratados con violencia por la policía.