Le medicina abre una temporada de premios Nobel marcada por la crisis de refugiados

  • La medicina abre este lunes la temporada de los premios Nobel, un galardón que recompensa cada año a investigadores, escritores y artífices de la paz, y quizás este año a aquellos que han ayudado a los refugiados a encontrar una vida mejor.

Augurar quiénes se llevarán el prestigioso premio, creado de acuerdo a la voluntad del científico, empresario y filántropo sueco Alfred Nobel (1833-1896), sigue siendo un ejercicio difícil.

El periódico de referencia de Estocolmo, Dagens Nyheter (DN), espera este año una mayor igualdad entre hombres y mujeres. "Este año, los comités Nobel están encabezados por mujeres. Escuchamos un número inusual de nombres de mujeres entre las especulaciones", escribía este diario el domingo.

Para el premio de medicina y fisiología, que será atribuido este lunes a las 09H30 GMT en Estocolmo, los periodistas científicos de la radio pública sueca SR creen en las posibilidades de su compatriota Svante Pääbo, especialista de paleogenética, el estudio del ADN de nuestros ancestros.

Otros genetistas figuran en la lista de favoritos de estos periodistas, como el estadounidense Jeffrey Gordon, quien estudió los genomas de nuestro sistema microbiano, o el francés Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna, con sus técnicas prometedoras para la modificación del genoma.

DV ve como ganador al psiquiatra estadounidense Karl Deisseroth, quien logró "encender y apagar" las células cerebrales.

El martes, será el turno de la física. DN apuesta por una mujer, la estadounidense Deborah Jin, que explora las inmediaciones del cero absoluto (la temperatura más fría posible, -273 °C). SR augura también la victoria de una mujer, la astrónoma estadounidense Vera Rubin.

El miércoles, en química, SR imagina la coronación de la electroquímica con el estadounidense John Goodenough, cuyos trabajos permitieron la aparición de las baterías recargables, o de la química orgánica con el sueco Per Siegbahn.

En literatura, el jueves (fecha por confirmar), después de la canadiense Alice Munro en 2013 y el francés Patrick Modiano en 2014, el premio podría ser otorgado este año a la bielorrusa Svetlana Alexievitch o a la estadounidense Joyce Carol Oates.

Existen cientos de pretendientes a este premio, que representan la diversidad de la producción mundial contemporánea, célebres autores como el novelista japonés Haruki Murakami o más confidenciales como el somalí Nuruddin Farah.

El viernes, el foco de atención se trasladará hasta Oslo, sede del jurado del premio Nobel de la Paz.

El comité noruego podría tomar en consideración la actualidad, que según los años ha sido buena o mala consejera, y que en esta edición podría sugerir que se atribuya el galardón a una persona o institución que haya contribuido a atenuar el sufrimiento de aquellos que huyen de las guerras o de regímenes autoritarios.

"Es muy probable que se lleve el premio alguien que haya ayudado a los que huyen", predice la presidenta de la asociación pacifista sueca Svenska Freds, Anna Ek.

Entre estas personas, circula el nombre de una mujer, una de las más poderosas del mundo: la canciller alemana Angela Merkel, quien abrió las fronteras de su país a miles de migrantes que buscan asilo.

Pero no es la única candidata. También se escucha el nombre del cura eritreo Mussie Zerai, y de la alcaldesa de la isla italiana de Lampedusa, Giusi Nicolini. Al menos que 2015 sea el año del doctor Denis Mukwege, que atienda a mujeres víctimas de violaciones en República Democrática del Congo.

La temporada de los Nobel cerrará el 12 octubre con el premio de economía. Este galardón solo ha sido otorgado a una única mujer en su historia, y si este año quiere premiar a una segunda, podría tratarse de la estadounidense Claudia Goldin, que trabaja en las desigualdades, o Anne Krueger, activista del libre comercio.

Una recompensa de 8 millones de coronas suecas, equivalentes a unos 855.000 euros acompaña cada premio Nobel.

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