Lea el discurso completo de la diputada en el que explica que fue violada con 14 años y que hace llorar a sus colegas

La diputada escocesa Michelle Thomson hizo llorar a sus compañeros durante un debate en la Cámara de los Comunes de Westminster, en Londres, con motivo del día internacional de la eliminación de la violencia de género.

Durante su intervención la parlamentaria relató su testimonio de cuando fue violada con sólo 14 años. Así, explicó que el violador era una persona cercana a ella, que la acompañó a casa después de un celebración con otros jóvenes. Era a primera hora de la tarde y la llevó a una zona forestal. El ataque contra Thompson fue rápido y primero sintió sorpresa. Luego miedo y, después, el horror al darse cuenta de lo que había pasado. La diputada ha rememorado que no podía escapar porque él violador era más fuerte que ella. Y después de que todo ello sucediera, se lo calló.

Tracy Brabin, que ha sido elegida por la circunscripción de Batley and Spen, en sustitución de la asesinada Jo Cox durante la pasada campaña del Brexit, también ha explicado que sufrió un intento de abuso sexual cuando tenía 20 años.Lea el discurso completo:

Quiero dar mi perspectiva personal sobre cómo determinadas personas entienden la violencia sexual contra las mujeres.

Cuando tenía 14, fui violada. Como es habitual, fue alguien a quien yo conocía. Se ofreció a llevarme a casa y, como le conocía, pensé que era amable por ofrecerse. Era pronto por la tarde, no estaba oscuro y yo llevaba vaqueros y un suéter.

Me dijo que quería enseñarme algo en un área boscosa y en ese momento sentí una voz de alarma, pero no hice caso a esa voz porque yo le conocía y no tenía motivos para no confiar en él.

Para ser honesta, yo ni siquiera sabía lo que era una violación. Mi madre nunca me había hablado de ello y nunca oí a otras chicas comentando el tema.

Fue bastante rápido. Recuerdo haber sentido sorpresa, después miedo, luego horror, cuando comprendí que no podía escapar porque él era más fuerte que yo. Ni siquiera había sentido que el tuviera algún tipo de deseo sexual hacia mí que explicara por qué hacía eso. 37 años después no puedo recordar haber oído nada mientras eso pasaba. No pude luchar, me quedé congelada.

Cuando todo acabó, empecé a llorar. Me sentía sola, tenía frío y estaba en shock. No se lo dije a mi madre, a mi padre, a mis amigos o a la Policía. Me lo guardé dentro. Tenía miedo después de haber sido forzada a estar en una situación que yo no podía controlar.

Estaba avergonzada de dejar que algo así me hubiera pasado. No dejaba de preguntarme a mí misma por qué me había subido al coche, por qué había permitido que las cosas fueran de esa manera, por qué no entendí que era una situación peligrosa...

Me sentía usada e impura. Sentía una verdadera repulsión hacia mí misma. No soportaba que me tocaran y empecé a tener la idea de que el sexo era algo sucio. Me pasaba el día intentado entender el incidente y con miedo a hacerle frente.

Mis amigas se dieron cuenta de que yo había cambiado, pero como yo nunca les dije nada, no sabían por qué. Me alejé de ellas y me pasé los años de instituto sola en mi habitación escuchando música.

Después de unos años, me eché novio. Siempre me apoyaba, pero no podía entender mi rechazo cuando intentaba acercarse más íntimamente a mí. Yo solo le decía que había que esperar. Llevaba demasiados años sintiéndome culpable, enfadada y enferma por lo que había pasado.

Cuando nos casamos, 12 años después, me senté con mi marido para hacerle entender cómo me sentía, pero no pude encontrar las palabras. Simplemente empecé a llorar. Solo habiendo cumplido los 40 pude empezar a dar los pasos para superarlo.

Esta experiencia me destrozó la autoestima y me hizo sentir que estaba constantemente en peligro. Afortunadamente ahora tengo una vida por la que estoy muy agradecida. Llevo casada 25 años.

Pero pienso que si un solo día en mi vida me afectó tanto, ¿cómo será para las mujeres que sufren lo mismo día tras día? Eso me hizo pensar en qué podía hacer yo para cambiar esta situación y me di cuenta que compartir mi experiencia podía ser de gran ayuda, pese a que para mi generación es muy traumático hablar de la violación en público.

Antes de que mi madre muriera de cáncer yo quería contarle, pero no pude hacerlo porque pensé que si mi hija hubiera pasado por algo así y nunca me lo hubiera contado, me sentiría profundamente dolida. Pensaréis que es cobarde, pero fue un acto de amor que hice para proteger a mi madre.

Una violación se produce cuando un hombre quiere herir a alguien a quien considera que está bajo su control. Las violaciones ocurren y son culpa de los violadores, no de las víctimas. Y nosotras tenemos que empezar a ser valientes y a apoyar a estas mujeres y a romper ese sentimiento de culpa.

Ya no tengo miedo. No soy una víctima, soy una superviviente.