Leyes educativas ideológicas, culpables de que los niños no conozcan a Suárez

  • El hecho de que las reformas y leyes educativas tengan un fundamento ideológico y no sean normas técnicas provoca que los alumnos de Educación Secundaria y Bachillerato terminen sus estudios sin conocer la Transición, la figura de Adolfo Suárez, la II República o a Franco.

Madrid, 25 mar.- El hecho de que las reformas y leyes educativas tengan un fundamento ideológico y no sean normas técnicas provoca que los alumnos de Educación Secundaria y Bachillerato terminen sus estudios sin conocer la Transición, la figura de Adolfo Suárez, la II República o a Franco.

Así lo ha destacado hoy el catedrático de Ciencias de la Educación de la Universidad de las Islas Baleares, Antonio Colom, que es experto en Teoría General de Sistemas y Educación social, y que ha apuntado que "con leyes técnicas ese problema no sucedería".

Colom, junto a otros seis catedráticos, forma parte del grupo de expertos SI(e)TE.Educación, constituido en 2013 y que acaba de publicar el libro "Crítica y desmitificación de la educación actual".

Por su experiencia como profesor, Antonio Colom ha afirmado que comprueba entre sus alumnos que "no han oído hablar del señor Suárez, de la Transición ni de Franco"; tampoco saben lo que es la II República y "ni idea" de quién fue Ortega y Gasset, del que pueden pensar que son "dos personas".

"Si el profesor estuviera formado pedagógicamente desde un principio", Colom cree que, por ejemplo, se aprovecharían de los medios de comunicación para el estudio de "cosas oportunas" y así desde Primaria los estudiantes conocerían muchos aspectos de la realidad.

Ha insistido en que las leyes educativas son "de partido" y que su desarrollo en los centros "parece que es lo que menos importa a las legislaciones".

Colom ha rechazado también la falta de "una visión global del país", ya que considera que España "aún no ha entendido que casi el 25 % de su población habla otro idioma que no es el español y no se tiene en cuenta".

"Cada vez hay menos conocimiento entre todos nosotros", según Colom, que ha argumentado que a la muerte de Franco se entendía, por ejemplo en Castilla, mejor que ahora el "hecho catalán".

Sobre la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), este experto ha criticado, asimismo, que se haya quitado la Filosofía o la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC).

Similar opinión han expresado los también miembros de SI(e)TE.Educación y catedráticos de Teoría de la Educación Petra María Pérez (Universidad de Valencia) y Gonzalo Vázquez (catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid), que han abogado por una formación en ciudadanía en la escuela, específica, transversal y "consensuada por todos", sin que se convierta en "un instrumento ideológico".

Vázquez ha explicado que EpC se puede usar para "adoctrinar", pero también para "liberar" y "desarrollar" y ha manifestado que, a su juicio, el nacimiento de la Constitución "no se aprovechó suficientemente para llegar a un auténtico acuerdo de Estado" en el tema educativo.

Pérez ha subrayado la importancia de que los jóvenes se formen en "ciudadanía", que vean en el sistema político "una oportunidad de mejora y transformación social" y puedan confiar en que los políticos buscan el bien común.

Precisamente desde la Universidad de Valencia este grupo de expertos ha realizado una encuesta sobre jóvenes y política (1.005 encuestas a personas entre 18 y 25 años) que ha dado como resultado que en unas elecciones europeas el 51,4 % participa y el 48,6 % no vota.

De ese último porcentaje, la mayoría no acude a las urnas porque no confía en los políticos (42,5 %), por desinterés (38,1 %), porque no creen que se vaya a mejorar nada (36,9 %) o como forma de protestas (19,3 %).

Los tres catedráticos también ha resaltado que se deben desmitificar algunos aspectos de la educación actual.

Así, para Colom, la interculturalidad o integración de los emigrantes a través de las aulas es "una falacia" y se ha fracasado como se demuestra el auge de los partidos xenófobos en muchos países con diversidad poblacional; "hace más el deporte por la integración que la escuela", ha enfatizado.

En cuanto al profesorado, en el libro se sostiene que hay "un desencuentro total" y acentuado entre profesor y alumno y debe haber una vuelta "clásica" a la figura del profesor y, siendo guía y ayuda, no tenga voluntad de "autoritarismo" pero sí con "autoridad".

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