El librero Lee Bo regresó este viernes a China continental tras una breve estadía de 24 horas en la región semiautónoma de Hong Kong, donde solicitó que se archivara la investigación sobre su "desaparición" en diciembre pasado.
Lee Bo, 65 años, titular de un pasaporte británico, librero de la editorial Mighty Current, había "desaparecido" en diciembre pasado.
El caso de cinco los libreros "desaparecidos" a fines del año 2015 había causado conmoción en la excolonia británica, que reintegró China en 1997.
Los libreros desaparecidos trabajaban todos en Mighty Current, una editorial conocido por sus obras críticas sobre China y la vida privada de altos jerarcas políticos chinos.
El caso de Lee Bo, 65 años, fue el que más impacto tuvo debido a que había desaparecido en Hong Kong, donde en principio la policía del continente no tiene derecho a operar.
El mes pasado, Lee Bo había aparecido en la televisión china diciendo que había viajado al continente voluntariamente.
"Esta liberación tiene todas las característica de las prácticas de China", dijo a la AFP Willy Lam, experto de China en la universidad de Hong Kong.
"La liberación no es total y él debe rendir cuentas en China", agregó.
El jueves, Lee Bo pidió que se cerrara la investigación por su "desaparición" porque, afirmó, gozaba de una total libertad.
En una entrevista a la televisión Phoenix TV, Lee Bo declaró el jueves que "tendría que volver a China continental varias veces para ayudar en una investigación".
El viernes Lee Bo anunció a los periodistas que tenía que viajar a China con su esposa para una ceremonia de homenaje a sus ancestros y para solicitar una asistencia médica para su hijo autista.
"Antes temía ir a China porque se comentaba que había quienes tenían problemas debido a los libros", dijo cerca de su domicilio.
"Los problemas se solucionaron", agregó sin dar más explicaciones.
Lee Bo respondió en forma evasiva cuando se le preguntó si en diciembre había sido llevado a China por agentes chinos.
"No es práctico para mí decirlo", dijo Lee Bo, con una sonrisa crispada, antes de emprender el regreso a China en un automóvil negro.
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