Lorca sigue esperando ayudas para su reconstrucción 2 meses después de sismos

  • La ciudad española de Lorca cumple este lunes dos meses desde que los terremotos del pasado 11 de mayo causaran 9 muertos, 300 heridos y daños por valor de más de 1.400 millones de dólares, sin que hayan llegado las ayudas públicas extraordinarias prometidas a los damnificados, muchos de ellos inmigrantes.

Lorca (España), 10 jul.- La ciudad española de Lorca cumple este lunes dos meses desde que los terremotos del pasado 11 de mayo causaran 9 muertos, 300 heridos y daños por valor de más de 1.400 millones de dólares, sin que hayan llegado las ayudas públicas extraordinarias prometidas a los damnificados, muchos de ellos inmigrantes.

La comisión que desde el 25 de mayo forman los gobiernos central, regional y municipal aún no se ha reunido para determinar la cuantía y distribución de las ayudas reguladas por real decreto-ley.

Algo menos de 300 personas siguen sin hogar y viviendo en tiendas de campaña y de ellas medio centenar son latinoamericanos, la mayor parte, 37, de Ecuador.

Según dijo hoy a Efe el alcalde de la ciudad murciana, Francisco Jódar, "se está trabajado mucho y muy intensamente en esta fase de demolición, pero todos tenemos muchas ganas de que comience la de reconstrucción, para la que se van a necesitar grandes inversiones y muchos fondos europeos".

Más de 14.000 personas han pedido ayudas para la reconstrucción, rehabilitación y reparación de viviendas, para el abono de alquileres por realojo y para la reposición de enseres básicos y, hasta ahora, los damnificados solo han tenido acceso a una parte de las indemnizaciones

El consistorio comienza a tramitar el lunes con cargo a la Mesa Solidaria adelantos reintegrables de hasta 1.500 euros (2.130 dólares) para alquiler de casa para familias sin recursos que se han quedado sin ella.

La celeridad en el cobro de las ayudas es también reivindicada por las plataformas de damnificados, una de las cuales, Lorca 11-M, estima que hoy siguen desplazadas más de 10.000 personas, porque sus casas tienen daños estructurales o han sido derribadas.

Las demoliciones de edificios son diarias, y hasta ahora se han tirado casi 50 inmuebles con más de 400 casas, un instituto y una iglesia, pero otros 80 edificios están en fase crítica.

Unas 3.500 viviendas aún no son habitables, y las calles siguen llenas de contenedores con escombros, camiones de mudanza y grúas para eliminar elementos de fachadas con riesgo de caída y para descubrir pilares de plantas superiores que presentan daños.

No hay casas suficientes para realojar en alquiler a los damnificados, porque la mayor parte de los edificios tiene daños o está sometido a reparaciones, y esta escasez de la oferta ha provocado que se dispare el precio de los alquileres y abonado la especulación de inmobiliarias y particulares con viviendas libres.

Por ello, el Ayuntamiento ha pedido auxilio a la banca para que ponga en alquiler ventajoso parte de su bolsa de viviendas.

La falta de casas para vivir ha llevado al ayuntamiento a aceptar una oferta de la Cruz Roja, rechazada hasta ahora, para instalar 60 viviendas prefabricadas para realojar a familias, un modelo especial recomendado por el consistorio, para el que el tipo propuesto, similar al que usó en Haití, no cumplía los mínimos exigibles.

Entre sus posibles moradores se encuentran las 290 personas que dos meses después de la catástrofe viven en el campamento instalado en la ciudad deportiva de La Torrecilla, casi todos inmigrantes.

El resto de desplazados, generalmente en segundas viviendas en el campo y la playa o en casas de familiares, intenta sobreponerse a una situación de desorden doméstico con incomodidades y molestias.

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