Los directores de centros dicen que las leyes varían pero no sus competencias

  • La reforma educativa contempla potenciar la capacidad de gestión y liderazgo de los directores de los centros educativos, que deberán tener una acreditación tras realizar un curso de función directiva, pero los propios protagonistas creen que, aunque cambian las leyes, sus competencias no varían.

Pilar R. Veiga

Madrid, 18 nov.- La reforma educativa contempla potenciar la capacidad de gestión y liderazgo de los directores de los centros educativos, que deberán tener una acreditación tras realizar un curso de función directiva, pero los propios protagonistas creen que, aunque cambian las leyes, sus competencias no varían.

Lo destaca en una entrevista a Efe el presidente de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos (Fedadi), Alberto Arriazu, quien asegura que ni con la LOE ni con la Lomce las direcciones tienen más competencias y no las van a tener "ni hoy ni mañana".

"Tenemos experiencia de cambios sucesivos en las leyes y esas cosas -las competencias de los directores- no cambian", según Arriazu, que considera que un paso fundamental en la gestión pasaría por tener unos recursos que hoy no son posibles.

"Dice pero no hace", comenta Arriazu respecto a que la Lomce señala que buscará contribuir a reforzar la capacidad de gestión de la dirección de los centros, confiriendo a los directores la oportunidad de ejercer un mayor liderazgo pedagógico y de gestión.

Este será uno de los temas a debatir en el 30º Congreso de Fedadi, que se celebra en Madrid del 20 al 22, para analizar el presente y futuro de la dirección de los centros educativos públicos.

Para el presidente de Fedadi (agrupa a asociaciones de toda España y a cerca de 1.500 directores) ahora solo se les han añadido "cuatro" competencias "de poco fuste", que han pasado del Consejo Escolar del Estado al director, como pueden ser las del calendario escolar o la admisión de alumnos, cuando ambas están reglamentadas y solo hace falta aplicar lo reglado.

Sostiene que en la práctica, si el centro lanza un proyecto presentado por el director y aprobado por la Administración y el consejo escolar, puede haber, por ejemplo, tres profesores que se nieguen a seguirlo y la dirección "no tiene ningún instrumento para hacer que lo cumplan".

Otro ejemplo de las barreras a las que se enfrenta un director es no poder impedir que un docente utilice una metodología en clase "absolutamente convencional y aburrida".

Arriazu (director del IES Navarro Villoslada de Pamplona) cree que "hablar de liderar y motivar" desde la dirección es "muy bonito" pero casi imposible, aunque reconoce que hay direcciones "estables y competentes" que lo consiguen y logran que sus centros funcionen mejor que otros sin esas posibilidades.

Asegura que el Ministerio no ha llamado a Fedadi para hablar del real decreto sobre el nuevo curso necesario para ser director de un centro educativo (publicado en el BOE el pasado día 7) y cree que en este tema "no se va a pasar de cero al infinito".

No obstante, reconoce que cuanto mejor formado esté un director, "mejor", y también que tenga la obligación de reciclarse.

El nuevo real decreto establece las características del curso de formación sobre el desarrollo de la función directiva para optar a tener la certificación acreditativa para dicho cargo (quedarán exentos aquellos que posean un máster oficial o título de posgrado).

El curso (120 horas de duración mínima), impartido por Educación o las Administraciones, valdrá para toda España, deberá actualizarse cada ocho años (aunque tiene validez indefinida) y podrá impartirse a distancia.

Además, a partir de los cinco años siguientes a la entrada en vigor de la Lomce, quienes tengan acreditaciones de dirección de centros públicos expedidas antes o estén ocupando el puesto de director, sólo podrán participar en procedimientos selectivos tras superar un curso de actualización.

El Consejo de Estado, en su dictámen sobre el primeramente proyecto de real decreto, apuntaba a que se hacía notar en el texto "la parquedad de la memoria" en la valoración del impacto económico que implicarán las medidas.

En el real decreto aprobado se ha incluido una disposición final segunda que dice que las medidas incluidas en la norma "no podrán suponer incremento de dotaciones, retribuciones u otros gastos de personal".

Arriazu se pregunta, sin embargo, si se va a permitir a entidades privadas que den los cursos, pues en dicho caso considera que "habrá que ver quién financia su coste".

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