Al menos 58 milicianos de Estado Islámico han muerto este domingo al intentar asaltar una base del Ejército sirio en la provincia de Deir Al Zor, en el este del país, según ha informado la agencia estatal de noticias del régimen sirio, SANA.
Además, SANA informa de que las Fuerzas Armadas del presidente Bashar al Assad también han acabado con las vidas de decenas de milicianos en las ciudades de Nasib Daghim, Zirá y Hwaijet Muraiyeh, también en la misma provincia.
El Estado Islámico lleva meses intentando conquistar esta base militar de la provincia, considerada como uno de los bastiones del Ejército sirio. El pasado mes de septiembre, los yihadistas informaron de que sus milicianos habían capturado a un batallón de artillería cercano a la base durante un asalto que costó la vida a 90 soldados y oficiales sirios.
La intensificación de los ataques de los fieles a Al Assad coinciden con la campaña que está llevando a cabo Rusia, bombardeando las posiciones del EI. Moscú es uno de los aliados más fieles del presidente sirio, y le está apuntalando tanto militarmente, como en las conversaciones para solucionar el conflicto.
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