Málaga.- Los medios de comunicación que se hicieron eco de las filtraciones de Wikileaks han reivindicado hoy la función del periodismo como guardián de la democracia y contrapoder para garantizar el derecho a la información de los ciudadanos y han vinculado a este fenómeno conflictos posteriores en otros países.
Las publicaciones que difundieron los documentos del Departamento de Estado estadounidense, The New York Times, The Guardian, Le Monde, Der Spiegel y El País, han recibido hoy el Premio Internacional Libertad de Prensa 2011, instituido por la Cátedra Unesco de Comunicación de la Universidad de Málaga.
El periodista Robert Booth, responsable del tratamiento de los documentos de Wikileaks del periódico británico The Guardian ha considerado un "privilegio" participar en este trabajo y ha comparado la difusión simultánea de los cables con "conseguir que cinco personas en cinco puntos del mundo se pusieran de acuerdo en encender una bengala a la vez".
En este sentido, Yves Eudes, reportero del diario francés Le Monde, ha referido que "cuando cinco grandes medios deciden trabajar de forma solidaria (...) obtienen resultados de calidad incomparable", y a la vez pueden "crear un bloque para resistir de mejor manera los ataques".
El responsable de Relaciones Exteriores del semanario alemán Der Spiegel, Hans Hoyng, ha señalado respecto a las críticas sobre el material publicado que "estos críticos deberían leer lo que ha pasado" en otros países, y ha aludido a Egipto y Libia.
Mientras que el representante del periódico New York Times, Kyle Haugstad, se ha limitado -en un correcto español- a dar las gracias por el premio, el director adjunto de El País, Vicente Jiménez, ha expuesto varias "lecciones" extraídas de la publicación de las filtraciones de Wikileaks, entre ellas que "la prensa de referencia sigue siendo imprescindible".
Jiménez ha destacado "el viento de libertad" que ha llevado la difusión de los cables, gracias a internet, a algunos países en los que las libertades están amenazadas o no existen, y ha añadido que sin el efecto que han tenido "no se entendería algo de lo que está sucediendo en el Norte de África", ni otros hechos acaecidos en Ecuador o el conflicto diplomático entre México y Estados Unidos.
El jurado ha destacado el trabajo desarrollado por estos medios de comunicación al examinar más de 250.000 documentos y ha recordado el permanente deber de la prensa con las libertades públicas.
Uno de los miembros del jurado, el presidente de la Sección Española de la Asociación de Periodistas Europeos (APE), Diego Carcedo, ha calificado de "extraordinaria" la importancia de estas revelaciones para la política internacional.
Carcedo ha asegurado que las filtraciones han marcado "un antes y un después" en el periodismo, en un momento en que estaba "muy necesitado de un revulsivo".
El director de la Cátedra Unesco de comunicación, Bernardo Díaz Nosty, ha manifestado que Wikileaks ha puesto de relieve que "el perro guardián de la democracia, como se califica a la prensa, ha sido domesticado por el dueño" y que es necesario recuperar "la condición de contrapoder que siempre ha tenido".
Asimismo, ha animado a los estudiantes a "rescatar" el periodismo, y ha apelado a que su papel de control del poder "no dependa de un hecho excepcional como las filtraciones de Wikileaks".
Al acto también han asistido el secretario general de Universidades de la Junta de Andalucía, Francisco Triguero; la rectora de la Universidad de Málaga, Adelaida de la Calle, y el director de la Obra Social de Unicaja, Felipe Faraguna, entre otros.
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