Madrid, 1 ene.- Los notarios españoles son los más baratos de Europa y de los más económicos del mundo, según ha asegurado a Efe el presidente del Consejo General del Notariado, José Manuel García Collantes, que reivindica la función asesora de este profesional en defensa de los derechos de consumidores y usuarios.
"El consumidor tiene derecho a que el notario le explique pormenorizadamente todas y cada una de cláusulas de los contratos complejos que tiene que firmar", explica García Collantes, ya que el fedatario público "debe incidir mucho más en la información a la parte más débil de la contratación".
Por ello, el Notariado aconseja a los ciudadanos que cuando sean citados en la notaría, para firmar un préstamo hipotecario o un préstamo personal, "vayan dos o tres días antes a examinar el contenido del contrato y exigir que se les explique todo, no dejarlo solo para el día de la firma, en que están más condicionados".
El Notariado es, explica su presidente, una institución "antiquísima", que hunde sus raíces en la Baja Edad Media, allá por el siglo XIII, y que en la Península Ibérica reguló el rey Alfonso X el Sabio, pero a pesar de estar muy "enraizados" en la sociedad (como pone en evidencia la presencia del escribano en las obras de teatro clásico), se consideran "grandes desconocidos" por la población.
Y ello, añade, a pesar de que son los "documentadores de la vida privada de las personas" y de que casi dos millones de ciudadanos visitan cada año las cerca de 3.000 notarias que existen en España.
"Toda persona acude al menos dos veces a la vida al notario: una cuando firma un préstamo hipotecario y otra cuando hace testamento", expone García Collantes, pero pese a ello cree que la población no conoce todo lo que tienen obligación, y son capaces de hacer como servicio público.
El notario tiene una función asesora y de información asociada a su función documentadora, según su presidente, "y que es gratuita, no se cobra aparte, va en el precio".
El Notariado reclama a la sociedad una mayor "confianza" en esta profesión, de la que quiere alejar del estereotipo de que en ella se gana mucho dinero. "Que se gane dinero no es malo del todo, pero eso es relativo. El notario cobra por un arancel fijo que fija el Estado; en épocas de vacas gordas se gana dinero, en época de vacas flacas como ahora no, se gana muchísimo menos".
García Collantes sostiene que los honorarios de los notarios no son altos; al contrario, que los aranceles del notario en España son los más bajos de Europa y uno de los más bajos del mundo.
"Que un testamento valga 36 euros -dice- no me parece un coste inasumible, teniendo en cuenta que es un documento de una gran complejidad e importante para la vida de una persona. Que las compraventas y préstamos valgan más dinero, sí, es cierto, pero la gente sigue confundiendo algunas cosas".
Muchas veces cuando se formaliza una compraventa, explica, el notario pide una provisión de fondos que es elevada porque en ella van incluidos los impuestos que hay que pagar a Hacienda y al Ayuntamiento, los honorarios del registro de la propiedad, y el notario se encarga de recoger todo para luego ir haciendo pagos.
"Claro, así salen pagos importantes, pero de esa cantidad la parte de honorarios del notario es mínima", asegura García Collantes, quien recuerda a los ciudadanos el derecho que tienen de elegir notario y que no les pueden obligar a firmar la compraventa en el que quiera el banco o la inmobiliaria.
El Notariado considera positiva muchas de las reformas emprendidas por el Ministerio de Justicia y que supone ampliarles algunas competencias, aunque sostienen que su apoyo a estas medidas, como la posibilidad de que puedan celebrar bodas, no les supondrá un incremento del negocio ni cuantitativa ni cualitativamente.
Su finalidad es más bien, según defiende su presidente, "desatascar los juzgados, contribuir a la desjudicialización y dar un mejor servicio a los ciudadanos". Y rechazan la idea de que el aumento de los expedientes que pueden ser tramitados en las notarias, o en los registros de la propiedad y mercantil, suponga privatizar estos servicios.
"No es privatización en tanto que notarios y registradores somos funcionarios públicos; a mí me nombra el Estado, he ingresado por oposición y mi actuación está controlada íntegramente por el Estado", asegura García Collantes.
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