Los nuevos antisueros para mordedura de serpientes simplifican el tratamiento

  • La nueva generación de antisueros aplicables a mordeduras de serpientes venenosas simplifican los tratamientos y las complicaciones que planteaban los sueros antiofídicos convencionales, lo que implica una reducción en sus costes y en las estancias hospitalarias de los pacientes.

Logroño, 24 may.- La nueva generación de antisueros aplicables a mordeduras de serpientes venenosas simplifican los tratamientos y las complicaciones que planteaban los sueros antiofídicos convencionales, lo que implica una reducción en sus costes y en las estancias hospitalarias de los pacientes.

Estos datos los ha facilitado hoy a EFE en Logroño José María Amate, investigador de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III, quien ha participado en el primer panel de expertos sobre intoxicaciones por mordedura de ofidios venenosos que se celebra en España.

Amate ha presentado en este panel de expertos, organizado por el Gobierno de La Rioja, el primer estudio epidemiológico sobre mordeduras de serpientes venenosas que existe en España.

Este investigador, responsable del estudio, ha dicho que la incidencia de mordeduras de serpientes venenosas en España es baja, al haberse registrado 1.649 casos entre 1997 y 2009, aunque su tratamiento es "complejo" y delicado", pero se ha simplificado con los sueros antiofídicos de nueva generación, desarrollados a través de la biotecnología.

Estos nuevos sueros son más selectivos y específicos y no plantean las complicaciones de los convencionales, ha indicado Amate, para quien ello incide en que "el tratamiento tienda a simplificarse notablemente y también se deben simplificar razonablemente los costes y las estancias hospitalarias".

El estudio, que alude a la biología e impacto sanitario de la fauna ponzoñosa en España, determina que el coste medio hospitalario de cada paciente atendido por este tipo de mordeduras asciende a unos dos mil euros y la estancia media en el hospital se fija en tres días.

Un total de 17 casos de los 1.649 registrados en el citado periodo en España, cerca del uno por ciento, fueron mortales y las regiones con más incidencia por mordeduras de ofidios venenosos fueron las de Cataluña, Castilla y León, Galicia y Andalucía.

Amate ha explicado que ello se debe a diversos factores, como los demográficos, el hábitat de la fauna venenosa, la práctica de actividades al aire libre y el volumen de población rural.

Un 31 % de las mordeduras se producen en niños y adolescentes, sobre todo por actividades de ocio y deportivas al aire libre; y un 18 % en mayores de 65 años, lo que el investigador ha relacionado con el envejecimiento de la población rural.

Se ha referido a que se identifican este tipo de mordeduras de ofidios venenosos con zonas cálidas tropicales o subtropicales, pero en Europa, donde se calcula que hay unos ocho mil casos anuales, de los que 130 son en España, hay especies autóctonas, como la "vípera berus" (víbora), cuyo hábitat puede alcanzar hasta el círculo polar.

El estudio señala que las especies de víboras venenosas autóctonas que hay en España son la "seonani", situada en el norte de la península y en parte de la cornisa cantábrica; la "aspid", que es la más peligrosa y que se extiende desde la parte oriental de esta cornisa y zona pirenaica; y la "latasti", cuya toxicidad es menor y que está en el resto de la península hasta la cuenca del Duero.

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