Los viajes internacionales del papa Francisco

  • El papa Francisco, procedente "del fin del mundo", regresará el próximo miércoles a los confines del planeta para visitar la República de Corea, el tercer viaje internacional que lleva a cabo Bergoglio en casi año y medio de pontificado.

Ciudad del Vaticano, 8 ago.- El papa Francisco, procedente "del fin del mundo", regresará el próximo miércoles a los confines del planeta para visitar la República de Corea, el tercer viaje internacional que lleva a cabo Bergoglio en casi año y medio de pontificado.

El próximo 13 de agosto dará inicio este viaje pastoral que durará hasta el día 18 y con el que Bergoglio dejará patente su interés por Asia y su proximidad a los católicos de este continente con motivo de la VI Jornada de la Juventud Asiática.

La primera ocasión en la que Francisco emprendió un viaje internacional fue en julio de 2013, pocos meses después de ser elegido pontífice, cuando acudió a Río de Janeiro para presidir los actos de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Un viaje que ya estaba previsto en la agenda de su predecesor, Benedicto XVI, y que, tras su renuncia, se mantuvo en la del papa argentino.

De este modo, el 23 de julio Bergoglio regresó a Latinoamérica para visitar Brasil, el país con mayor número de católicos del mundo y en el que, al mismo tiempo, la Iglesia pierde más fieles ante el avance de otros credos, como el evangélico.

Este viaje pastoral comenzó de un modo tenso cuando el vehículo en el que recorría el trecho que separa el aeropuerto carioca del centro de la ciudad quedó bloqueado en un atasco de tráfico, lo que hizo que decenas de personas se agolparan alrededor del automóvil.

No obstante, el resto del viaje transcurrió con total normalidad y el papa mantuvo encuentros con los jóvenes, con los prelados y dirigentes del país sudamericano, con algunos compatriotas y también con los más pobres.

Tal es así que visitó algunas favelas como la de Varginha, en el complejo de Manguinhos, una zona que hasta hace poco permanecía bajo control de las bandas de narcotraficantes y que ahora ha sido recuperada por la ciudad.

También visitó el Santuario de Nuestra Señora de la Concepción de Aparecida, patrona del país, y se postró a los pies de la imagen para encomendarla su vida y su pontificado, así como la protección de los jóvenes y la propia JMJ.

Tras su regreso al Vaticano, tuvo que pasar un año para que Bergoglio cruzara de nuevo las fronteras de Italia, embarcándose esta vez en un viaje en clave de peregrinación y cargado de simbología: Tierra Santa.

Y es que con este periplo se conmemoró el 50 aniversario del realizado por Pablo VI, que marcó un hito en el diálogo interreligioso al fundirse en un célebre abrazo con el patriarca ortodoxo Atenágoras I en 1964, tras siglos de división entre los cristianos.

Bergoglio recorrió Jordania, Israel y Palestina, entre el 24 y el 26 de mayo de este año, visitó los principales escenarios de la Biblia y abogó por continuar avanzando en el entendimiento entre los tres credos y en el fomento de la paz en esta zona de continuas tensiones territoriales.

Muestra de esta intención es el hecho de que el papa estuviera acompañado durante el peregrinaje por dos amigos que conserva de su época de arzobispo de Buenos Aires: el rabino Abraham Shorka y el director del Instituto de diálogo interreligioso bonaerense, el musulmán sheij Omar Abud.

En Jordania se entrevistó con los reyes Abdalá II y Rania, visitó Betania, el lugar donde se cree que fue bautizado Jesús de Nazaret, y ofició una misa multitudinaria en el estadio de Ammán, en cuya homilía señaló que "la paz ni se compra ni se vende, es cuestión de gestos".

La siguiente etapa fue Palestina, en concreto la ciudad de Belén, lugar del nacimiento de Jesús.

El pontífice se reunió con las autoridades palestinas, almorzó con diferentes familias, visitó la gruta de la natividad y acudió al campo de refugiados palestinos de Dheisheh, donde conversó con algunos niños.

Fue precisamente en Palestina donde el pontífice protagonizó un hecho histórico cuando, saltándose el protocolo, descendió de su vehículo para rezar en silencio ante el muro de separación erigido por Israel y que aisla este territorio.

La siguiente y última etapa de su peregrinaje transcurrió en Israel, donde, tras diversos actos que le llevaron a visitar también Tel Aviv, celebró el anunciado encuentro con el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo, en el Santo Sepulcro.

"Nuestro encuentro fraterno de hoy es un nuevo y necesario paso en el camino hacia aquella unidad a la que sólo el Espíritu Santo puede conducirnos, la de la comunión dentro de la legítima diversidad", afirmaron entonces.

Tras su visita a Corea del Sur, Francisco tiene programado un viaje de un solo día a Albania, el 21 de septiembre, y otro a Sri Lanka y Filipinas, que transcurrirá previsiblemente entre el 12 y el 19 de enero.

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