De la de madera sin pedales a la actual con GPS... la bicicleta cumple 200 años

  • La primera versión desarrollada por el alemán Karl Von Drais era de madera y carecía de pedales. 1885 es el año del nacimiento de la 'bicicleta moderna', conocida como 'segura'.

    De aquellos tiempos a hoy este vehículo ha evolucionado tanto que sus modelos más actuales y costosos incorporan hasta navegador de GPS y sistemas de descarga de aplicaciones móviles.

    FOTOGALERÍA: Mira cómo han ido evolucionando los modelos, desde la primera hasta hoy.

Las primeras bicicletas... de madera y sin pedales.
Las primeras bicicletas... de madera y sin pedales.
Diego Caldentey

Dos ruedas dispuestas en línea, un manillar para dirigirla y un sillín para sentarse... Con estos básicos elementos, el alemán Karl Von Drais ideó lo que llamó 'máquina andante' o Draisiana, en 1817. Se trataba de un medio de transporte concebido entonces como alternativa para el desplazamiento a caballo. Nadie sabía aún que estaba llamado a revolucionar el mundo y que, definitivamente, se instalaría en nuestras vidas: la bicicleta. Este año se cumplen 200 años de su creación.

Muchos han atribuido por error a que su ideólogo fue Leonardo Da Vinci, debido a un dibujo suyo que aparece en su obra Codex Atlanticus de 1490, pero en 1997 el historiador Hans-Erhard Lessing desmintió esta posibilidad, en el marco de la 8° Conferencia Internacional sobre la Historia del Ciclismo, y atribuyó a Von Drais el 'origen de todo'.

Después apareció el nombre de Karl Drais, que plasmó en la práctica el primer modelo, en madera, aunque aún carecía de pedales. Sus conductores debían empujarla con los pies en el suelo. Posteriormente, en 1839, un herrero escocés llamado Kirkpatrick Macmillan creó la primera máquina con pedales, aunque aún no tenía correa de trasmisión.

En 1861, al francés Ernest Michaux se le ocurrió mejorarla: ubicó los pedales en la rueda delantera. Pero su idea no prosperó porque se requería de bastante equilibrio para manejarla. Aunque no todo fue un fracaso: la idea de los pedales conectados a la rueda abrió el camino para llegar a la bicicleta tal y como la usamos actualmente.

Ese año, precisamente, la sociedad acuñó el término 'bicicleta' por primera vez. Fue adoptado originariamente en Francia. Desde entonces, 'bicicleta' se ha utilizado en francés e inglés para designar a dos ruedas con pedales.

Para resolver el problema de la falta de equilibrio, en 1873, un inventor inglés llamado James Starley propuso una máquina con la rueda delantera mucho más grande que la trasera. En enero de 1887, el norteamericano Thomas Stevens comenzó el primer viaje en bicicleta alrededor del mundo. Partió de San Francisco y no llegaría hasta tres años después. Esa aventura inmensa terminó por darle fama universal al medio de transporte que fue evolucionando vertiginosamente a lo largo de las décadas y siglos.

De todas formas, hay un año bisagra en el desarrollo de la bicicleta: 1885 es el indicado para señalar un antes y un después. Llega el momento del nacimiento de la 'bicicleta moderna', inventada por John Kemp Starley. Este hombre la dotó de frenos e incorporó un diseño que permitía un desplazamiento de un modo más natural. La posición del ciclista estaba más cerca del suelo, por lo que se evitaban caídas. Además añadió ruedas con cámara de aire y la cadena de transmisión conectada a la rueda de atrás.

Ese modelo, llamado en su momento 'Safety Bicycle' (bicicleta de seguridad), agregó los elementos imprescindibles que después se mantuvieron a lo largo del tiempo, hasta nuestros días.

Desde entonces, aquel invento que ya ha atravesado tres siglos no ha parado de evolucionar. Su contribución es infinita: no solo ha servido como medio de distracción, desplazamiento o incluso un vehículo de correos en zonas de guerra, sino también ha tenido un papel muy importante dentro de algunas batallas destacadas de la Historia.

De aquella máquina de madera sin pedales a las de hoy ha transcurrido muchísima agua bajo el puente. Las actuales incorporan hasta GPS, cargador para el móvil y aplicaciones celulares, pesan 20 veces menos que los primeros modelos (debido a sus innovadores materiales de aluminio, grafito, bambú...) y resultan una obra fantástica de ingeniería y la manufactura. Hoy existen infinitos tipos y tamaños, para todos los usos: urbana, deportivas, de montaña, de colección y tantos otros...

Su facilidad de uso, el rendimiento, el significado social, y, por supuesto, las formas y colores han variado tanto que parecen no encontrar un techo definido de cara al futuro. Lo que sí queda claro es que jamás podremos imaginar el horizonte sin tener este medio de transporte tan noble, ecológico, sustentable, gratuito y genial entre nosotros.

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