Madrid. La comunidad pagará 400.000 euros a una paciente que sufrió un ictus por no recibir el tratamiento adecuado


El Tribunal Supremo ha condenado al Servicio Madrileño de Salud (Sermas) a abonar la cantidad de 400.000 euros a una paciente que sufrió un ictus cerebral debido al tratamiento inadecuado que se le prescribió en el Hospital Gregorio Marañón para curar la fractura de tobillo que padecía.
Según informó hoy la Asociación El Defensor del Paciente, la mujer, de 49 años en la actualidad, sufrió el 7 de marzo de 2001 una caída accidental en su domicilio, por lo que fue trasladada a Urgencias del Hospital Gregorio Marañón. Allí le fue diagnosticada una fractura trimaleolar del tobillo derecho, grave y con mal pronóstico.
Los médicos le prescribieron un tratamiento ortopédico y la mujer quedó ingresada en el centro con reducción cerrada e inmovilización con botín de escayola hasta el 12 de marzo de 2001. Tras recibir el alta, se le prescribió un tratamiento antitrombótico consistente en Clexane 40 mg subcutáneo diario.
De este medicamento recibió cuatro dosis inyectadas, cuando lo indicado, según las normas de la profilaxis tromboembólica de los fracturados y posoperados, es de al menos un mes y hasta que la actividad física se haya recuperado totalmente.
El 27 de mayo de 2001, la paciente sufrió un ictus cerebral que le dejó secuelas como hemiplejia derecha, hiperreflexia, atrofia muscular, falta de movilidad en su mano derecha, pie derecho en situación de equino, inversión-eversión del tobillo y problemas foniátricos. Esto le ha provocado una discapacidad del 68%.

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