Madrid. Unos 2.500 inmigrantes aprenden español cada año con las iniciativas de la comunidad


Unos 2.500 inmigrantes aprenden español cada año con las iniciativas promovidas por la Comunidad de Madrid, que acercan el castellano a los inmigrantes que no son de habla hispana, para facilitar su integración y mantenimiento en el mercado laboral.
Así lo indicó este domingo el consejero de Asuntos Sociales de la Comunidad, Jesús Fermosel, en la entrega de la cuarta edición de los diplomas de Lengua Española para Trabajadores Inmigrantes- Diploma Letra.
Esta iniciativa está promovida por la región madrileña y la Universidad Antonio de Nebrija con el fin de facilitar y garantizar que los trabajadores españoles inmigrantes de la Comunidad puedan alcanzar el dominio de la lengua española.
Con ello se persigue que los inmigrantes dispongan de una competencia lingüística que les permita una comunicación fluida, leer y escribir en español. El fin es que realicen acciones relacionadas con el mundo laboral, como buscar empleo, elaborar el currículum o la comprensión de anuncios de trabajo.
Durante el acto, Fermosel destacó que estos diplomas reconocen y certifican el “esfuerzo que realizan muchas personas inmigrantes por aprender un idioma que no es su lengua materna”.
MODELO DE INTEGRACIÓN REFERENTE
Asimismo, esta apuesta por la enseñanza del idioma español también queda reflejada en la actividad de los Centros de Participación e Integración (CEPI) de la región y de la convocatoria de subvenciones a ONGs para la enseñanza de la lengua, así como a través del programa ‘Conoce tus leyes’, que impulsa la participación en la vida social, política y cultural de la región.
En este sentido, Fermosel indicó que “Madrid es una región abierta y desarrollada que ha acogido con generosidad y hospitalidad a más de un millón de nuevos madrileños procedentes de otros países”.
Por este motivo, el consejero de Asuntos Sociales de la región apuntó que “el modelo de integración de la Comunidad es referente tanto en España como en Europa, lo que hace que “la seña de identidad de Madrid, sea, probablemente, no tener una seña de identidad”.

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