"En esta lengua que nos une, a España y Latinoamérica, a Hispanoamérica, quiero decir también a nuestros hermanos de Ecuador, nuestra cercanía y nuestra oración en teste momento de dolor", ha señalado el Pontífice.
Asimismo, ha recordado el 30 aniversario de "la tragedia de Chernobil" y ha pedido oración por las víctimas y ha reconocido la labor de todos los que socorren.
Durante la catequesis, el Pontífice argentino ha reflexionado sobre "la sinceridad" que el arrepentimiento suscita en Dios que provoca su "perdón incondicional".
"Todos somos pecadores, pero todos caemos en la tentación de la hipocresía de creerse mejor que los otros. Todos debemos mirar nuestros pecados y nuestras caídas. Esta es la verdadera línea de salvación", ha dicho. Así, ha advertido de que si el pecador se siente "justo" la relación de salvación "no se da".
En este sentido, ha explicado que Dios no rechaza a los pecadores, sino que "los recibe". Por ello, ha subrayado que Jesús "se deja tocar por ellos, sin miedo de ser contaminado". "Los perdona y los libera del aislamiento al que estaban condenados por el juicio despiadado de quienes se creían perfectos, abriéndoles un futuro", ha asegurado.
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