Héroes del 11-S: El 'Houdini' que escapó milagrosamente de las Torres Gemelas tras salvar a un centenar de personas

  • William Rodriguez llegó a Nueva York en los años 80 en busca del sueño americano. Tras dos décadas trabajando en el mantenimiento de las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001 se convirtió en una de las claves que posibilitaron evacuar la mayor parte de los edificios y evitar una masacre aún mayor. Su tarjeta de empleado y su llave maestra se han convertido en piezas históricas.
William Rodriguez escapó milagrosamente de las Torres Gemelas tras salvar a un centenar de personas
William Rodriguez escapó milagrosamente de las Torres Gemelas tras salvar a un centenar de personas
william911.com
Roberto Arnaz

William 'Willy' Rodriguez jamás imaginó que un simple truco de magia le salvaría la vida. Este prestidigitador aficionado, apasionado de los escapistas como el Gran Houdini,  trabajaba en el equipo de mantenimiento de la Torre Norte y se encontraba en el sótano preparando la limpieza de las 110 plantas cuando a las 8.46 de la mañana el vuelo 11 de American Airlines impacto contra el edificio.

En un primer momento, pensó que un generador de energía eléctrica había explotado, pero cuando aún se estaba recuperando del susto, oyó un nuevo impacto. Hasta que no subió al vestíbulo del edificio no se dio cuenta de lo que realmente sucedía: dos aviones habían impactado contra las Torres Gemelas. Era un atentado, como aquel con coche bomba al que ya sobrevivió en 1993.

Lo primero que Willy pensó fue en sus compañeros. De no haber sido porque aquella mañana había llegado tarde al trabajo, habría estado el piso 106 desayunando con ellos en el restaurante Windows of the World. No se lo podía quitar de la cabeza y decidió hacer todo lo posible por ayudar a quienes estaban a su alrededor.

Primero rescató a uno de sus compañeros, Felipe David. Gravemente herido por los desprendimientos que sobrevinieron tras la primera explosión, lo sacó del edificio transportándolo sobre sus hombros y volvió al interior.

Rodríguez tenía en su poder una de las cinco únicas llaves maestras que abrían todas las puertas del edificio. Se dio cuenta de que su colaboración con los equipos de emergencias era crucial para salvar más vidas. Recorrió junto a los bomberos las zonas cercanas al impacto, abriendo puertas y rescatando a los supervivientes.

Sus acciones salvaron la vida cientos de personas que de otra forma hubieran quedado atrapadas en el interior de las puertas estanco que sellaban las escaleras cada cuatro plantas para aislar el edificio en caso de incendio.

Willy regresó hasta en tres ocasiones al infierno en el que se había convertido la Torre Norte antes de oír un sonoro 'crack' que le avisó del inminente derrumbe del edificio. Bajó corriendo y logró salir a la calle justo antes del colapso. Viendo lo que se le venía encima, trató de protegerse debajo de un coche de bomberos.

El hundimiento de la estructura produjo una nube de polvo, cemento, acero y otras sustancias "que me quemó la cara", recordó el valiente empleado de mantenimiento en una entrevista concedida a Executive Excelence. Pensó que no saldría de allí, pero lo consiguió.

El instinto le recordó a Willy que había sido aprendiz de mago y que en las clases de escapismo le habían enseñado a controlar la respiración para permanecer varios minutos sin aire. Así lo hizo.

Perdió el conocimiento, pero tres horas fue rescatado. Una de las personas a las que había rescatado guió a los equipos de emergencias hasta el lugar donde estaba sepultado. Tras recibir los primeros auxilios, se negó a abandonar la Zona Cero y pasó el resto del día  como voluntario en labores de rescate.

El 11 de septiembre de 2001, Willy Rodríguez perdió el que durante 20 años había sido su trabajo, pero rescató personalmente a 15 personas y más de 100 se salvaron la vida gracias a su llave maestra.

 

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