Mario Molina, Nobel de Química 1995, recibe galardón de François Hollande

México, 10 abr.- El científico mexicano Mario Molina, Premio Nobel de Química 1995, fue distinguido hoy como Caballero de la Orden de la Legión de Honor por el presidente de Francia, François Hollande, en reconocimiento a sus servicios a la humanidad.

La insignia se concede a hombres y mujeres, ya sean franceses o extranjeros, por méritos extraordinarios realizados dentro del ámbito civil o militar, indicó el Centro Mario Molina en un comunicado.

El nombramiento "es un merecido reconocimiento al Dr. Molina por su incansable labor de investigación en el campo de la química atmosférica, su perseverancia para ofrecer una alternativa de sobrevivencia a nuestro mundo, y compromiso con la lucha contra el calentamiento global y la destrucción de la capa de ozono", apuntó el centro.

Molina recordó que el compromiso en favor del medio ambiente debe ser de todas las naciones, por lo que ofreció su plena colaboración para que se llegue finalmente a un acuerdo internacional a partir de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebrará en París en 2015.

"Soy optimista de que si países como Francia y México trabajan de manera conjunta, se podrá seguir adelante y eventualmente solucionar el problema", añadió el científico, de acuerdo con el centro, una asociación civil dedicada a buscar soluciones a problemas vinculados al medio ambiente, el uso de la energía y el cambio climático.

A su vez, el presidente Hollande exaltó la obra de Mario Molina por tener un valor universal, de acuerdo con un boletín del Club France, donde se llevó a cabo la ceremonia.

"Se trata de uno de los representantes más importantes del mundo científico y de un amigo de Francia a quien se le otorga este reconocimiento por las aportaciones que ha hecho a toda la humanidad", dijo Hollande.

El mandatario destacó que la labor del mexicano consiguió que la la sociedad tomara conciencia del grave problema de la contaminación ambiental y de la existencia de la capa de ozono.

Molina, junto con el holandés Paul Crutzen y el estadounidense Sherwood Rowland, recibió el Nobel de Química en 1995 por sus contribuciones a dilucidar la amenaza de los clorofluorocarbonos a la capa de ozono de la Tierra.