Martínez Camino confía en una reforma del aborto que tutele la vida

  • El obispo auxiliar de Madrid Juan Antonio Martínez Camino ha dicho hoy que espera que la legislación sobre el aborto sea reformada para una "mejor tutela del derecho a la vida" y al mismo tiempo de la maternidad y de los de las mujeres.

Madrid, 18 sep.- El obispo auxiliar de Madrid Juan Antonio Martínez Camino ha dicho hoy que espera que la legislación sobre el aborto sea reformada para una "mejor tutela del derecho a la vida" y al mismo tiempo de la maternidad y de los de las mujeres.

"No se pueden contraponer el derecho a la vida y la libertad de la mujer; la buena libertad hay que apoyarla, mantenerla para que las mujeres puedan ser madres, sin condicionamientos negativos", ha señalado en la rueda de prensa de presentación de las II Jornadas Sociales Católicas por Europa.

La legislación española tiene que "avanzar en esta dirección", ha insistido el obispo al ser preguntado por la posibilidad de que el Gobierno renuncie a modificar la ley de la aborto.

Martínez Camino se ha remitido a la nota publicada hoy por el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española (CEE) sobre este asunto.

Defender a los débiles es un empeño de la Iglesia en este punto, ha reiterado.

Como ha dicho el papa Francisco, ha proseguido, el aborto "no es progresista, no es defender a los débiles y no se puede poner la vida de ningún ser humano como medio para ninguna otra cosa".

La vida de cualquier ser humano, aunque tenga unas horas de existencia, es "un fin en sí mismo que el Estado debe tutelar", ha insistido.

Sobre esta cuestión, el arzobispo de Múnich y presidente de la Comisión de Conferencias Episcopales de países de la UE (Comece), Reinhard Marx, ha defendido como muy importante que la UE no adopte decisiones sobre asuntos que derivan de la responsabilidad de cada Estado miembro, ni cambie las leyes de éstos.

Las relaciones entre Iglesia y Estado son muy distintas entre países, ha añadido.

Ha destacado la idea de trabajar para aumentar la sensibilidad de las instituciones europeas y de los ciudadanos en relación con la trascendencia de la vida desde el comienzo hasta el final.

El arzobispo de Génova y vicepresidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa, Angelo Bagnasco, ha reiterado que la UE "no tiene que entrar" en las cuestiones de los Estados miembros y debe evitar la tentación de recurrir a presiones injustas.

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