"Memoria por correspondencia", el libro revelación en Colombia

  • "Memoria por correspondencia", que reúne las cartas en las que la pintora Emma Reyes rememoró su infancia para el intelectual Germán Arciniegas, logra en Colombia algo tan extraordinario como la historia que cuenta: ser el libro revelación.

Ana Catalina Baldrich

Bogotá, 13 jun.- "Memoria por correspondencia", que reúne las cartas en las que la pintora Emma Reyes rememoró su infancia para el intelectual Germán Arciniegas, logra en Colombia algo tan extraordinario como la historia que cuenta: ser el libro revelación.

El texto, de solo 207 páginas, ganó a los cinco meses de haber salido de la imprenta, en abril de 2012, el Premio al Mejor Libro de Autor Colombiano de No Ficción y catapultó a la fama a la pequeña y hasta entonces casi desconocida editorial Laguna Libros.

"Memoria por correspondencia" es una historia epistolar, escrita a través de los años desde los recuerdos de Emma Reyes, nacida en Bogotá en 1919 y fallecida en Burdeos (Francia) en 2003.

En una entrevista con Efe, Felipe González, responsable de Laguna Libros, el sello elegido por la Fundación Arte Vivo Otero Herrera (Favoh) para publicar lo que críticos y lectores consideran el "libro revelación del año" en Colombia, dice que todavía hoy mira con sorpresa los números de los pedidos.

"Muchas personas me decían que era una locura publicar este libro, cartas de una artista plástica (...)", dice González.

El atractivo de esta "memoria" viene no solo de lo que cuenta, la novelesca infancia de una niña sin padres y sin apellidos, fruto de unas relaciones prohibidas, que recorrió la Colombia de comienzos del siglo XX entre privaciones, travesuras y encierros, sino sobre todo de que Reyes fue capaz de contarlo como si aún fuera una niña.

La pintora tenía 50 años cuando en 1969 empezó a rememorar su infancia en las cartas que juiciosamente envió a su amigo el ensayista, político e historiador Germán Arciniegas, en palabras de González "el intelectual más influyente en el siglo XX en Colombia".

Arciniegas estaba tan entusiasmado con las cartas de Emma que llegó a mostrárselas a Gabriel García Márquez, lo que molestó profundamente a la pintora, que cortó la correspondencia varios años, según contó a Efe el editor González.

"Ella se puso furiosa porque se sintió traicionada por Arciniegas por lo que le dejó de escribir por mucho tiempo", contó González, quien explicó que pese a que ella tenía en mente publicar algún día el libro de su vida, no quería que nadie le "robara" las ideas.

Lo cierto es que Arciniegas fue quien le dio a Reyes la fórmula para poder superar su miedo a escribir: "cuentámelo por carta", le propuso.

Las cartas, escritas entre 1969 y 1997, solo arrojan luz sobre un corto periodo de la intensa vida de la artista, que comenzó a pintar en Buenos Aires en 1943, trabajó en los talleres de Antonio Berni y Diego Rivera y estudió en Francia, donde triunfó definitivamente, de acuerdo con la biografía de la Favoh.

Esa biografía no cuenta, pero sí lo hacen las cartas, cómo Emma y y su hermana Helena terminaron en un convento tras haber sido abandonadas por la "señora María", la mujer que probablemente fuera su madre y estuvo con ellas en sus primeros años.

Tampoco cuenta las penurias en una casucha de un barrio popular de Bogotá donde empiezan sus recuerdos, las visitas del señor elegante que se llevó al niño que vivía con ellas, el abandono de otro bebé de la "señora María" cuando fueron llevadas al campo y pasaron a ser criadas por una india que también las abandonó.

Toda esta historia fue ocultada por Emma y su hermana durante veinte años por un pacto de silencio que sellaron al entrar en el convento donde pasaron años bordando prendas litúrgicas.

Emma era bizca y aun así bordaba en jornadas extenuantes. Las monjas le curaron el estrabismo con unos anteojos muy especiales.

"Eran muy simples, dos cuadros de cartón negro bastante fuerte amarrados con alambres, en el puro centro de cada cartón había un único hueco hecho con una aguja. Si quería ver, tenia que mirar por el hueco. Si no, no veía nada. Maravilloso remedio".

El proyecto para publicar "Memoria por correspondencia" se inició con una investigación de Camilo Otero, director de Favoh, una organización sin ánimo de lucro establecida en la ciudad colombiana de Cali y con sede en Málaga (España).

Después del trabajo de recuperación de lo que se convertiría en la esencia de la obra, para Otero llegó el momento de encontrar quién las publicara.

"Camilo llegó en enero de 2012 y en abril de ese año lo publicamos para la Feria del Libro" de Bogotá, imprimimos 1.000 unidades, actualmente se han mandado a imprimir entre reimpresiones y nuevas ediciones 11.000.

Leer el libro de Reyes despierta el apetito por saber más de Emma Reyes y por conocer la respuesta a muchas preguntas que quedan en el aire, pero el editor dice tener solo alguna información que tal vez le permitiría hacer una nueva publicación.

"Hay información, pero no están las cartas, estamos en conversaciones, haber si podemos hacer algo con la información que tenemos pero como tal no hay nada concreto", enfatiza González.

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