Bruselas.- Los líderes de la UE no se dejaron nada dentro en su debate sobre las expulsiones de gitanos que realiza Francia, según dijo hoy la canciller alemana, Angela Merkel, tras la discusión.
Merkel se unió al conjunto de jefes de Estado y Gobierno comunitarios al considerar que "no eran apropiadas" las palabras de la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, quien el martes insinuó un paralelismo entre las expulsiones y las persecuciones de minorías étnicas en Europa durante la Segunda Guerra Mundial.
La canciller alemana reconoció que en la discusión del almuerzo sobre los gitanos "no hemos hablado del fondo" de la cuestión, pero sí admitió que durante el debate "no se ahorraron palabras".
"Se ha dicho todo" lo que se tenía que decir, y no solo entre los presidentes de Francia y de la Comisión Europea (CE), añadió la jefa del Gobierno de Berlín, quien sin embargo no quiso detallar quién inició el debate y cómo fue el intercambio.
Anteriormente, el primer ministro búlgaro, Boiko Borisov, había declarado que el diálogo entre el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, había sido muy duro.
Sarkozy "ha presentado su forma de ver las cosas", se limitó a decir Merkel, quien pidió respeto para el trabajo de las instituciones comunitarias y recalcó que la Comisión tiene que cumplir su tarea como guardián de los tratados comunitarios.
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