"Mi hijo fue padre hace ocho meses. Ahora espero su cadáver"

La tragedia de la mina de carbón ha roto familias enteras y deja una región entera sumida en el dolor. A medida que pasan las horas, las esperanzas por encontrar supervivientes se desvanecen. De la mina solo salen cadáveres que, entre llantos y gritos de desesperación, son reconocidos por las familias, que esperan buenas noticias que no llegan.

Los familiares de los mineros que murieron en esta catástrofe comenzaron a recuperar los cadáveres de sus parientes en un almacén que se utiliza como morgue improvisada en Kirkagac, a pocos kilómetros de Soma.

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Sentado ante la puerta del complejo, Alaattin Menguçek llegó desde Esmirna para recuperar el cuerpo de su hijo. "Espero por mi hijo. Le he perdido en la mina, acababa de ser padre hace ocho meses", dijo a la AFP el hombre, resignado.

La catástrofe aumentó la presión sobre Erdogan, quien tuvo que enfrentar protestas masivas a mediados del año pasado y un gigantesco escándalo de corrupción que involucró a sus familiares y aliados en los últimos meses.

"Si las acusaciones de negligencia en la mina se demuestran, tendrán un precio político. Un acontecimiento semejante haría más convincentes las acusaciones de corrupción contra el gobierno", declaró a la AFP el profesor Ilter Turan de la Universidad Bilgi de Estambul. El miércoles, miles de manifestantes se enfrentaron a la policía en Ankara y Estambul.

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El diario turco Hurriyet publica que una de las víctimas que encontraron los servicios de rescate tenía entre sus manos una nota dirigida a su hijo: "Por favor dame tu bendición", decía la misiva que demuestra lo convencidos que estaban los mineros de lo dramática que era su situación y las pocas posibilidades que tenían de salir con vida.Las ambulancias sonaron toda la noche

Hüsamettin Çalışkan es profesor en Soma. La pasada noche fue una de las peores de su vida, sentimiento que compartió con los 100.000 habitantes de Soma. "Las ambulancias no ha parado en toda la noche. Llevaban cadáveres que sacaban de la mina", cuenta vía mail a www.lainformacion.com.

Las familias están rotas. En la región, todos se conocen y esta tragedia golpea a "familias jóvenes, de mediana edad y retiradas, todas muy pobres",a segura. Todos están en estado de shock porque están seguros de que la trágica cifra de muertos, "seguirá aumentando". Dos días después, el incendio en la mina todavía no está controlado.

Según las autoridades, todavía quedan en la mina unos 90 mineros, pero las posibilidades de que haya sobrevivientes son casi nulas. Unos 787 mineros se encontraban en las galerías subterráneas el martes en el momento de la deflagración, cuyas causas no se han determinado, por lo que no se descarta que aumenten las víctimas en las próximas horas.