Humanidad en medio de la tragedia: 14 mineros compartieron la bombona de oxígeno hasta morir

    • Los equipos de rescate que entraron en la sala se encontraron los catorce cuerpos apilados unos sobre otros.
    • El balance oficial de víctimas asciende ya a 282 lo que le convierte en la tragedia minera más grave en la historia de Turquía.
Suben a 282 los muertos en Turquía y apenas hay esperanzas de supervivientes
Suben a 282 los muertos en Turquía y apenas hay esperanzas de supervivientes

Sabían que iban a morir. Sabían que su única salvación eran las bombonas de oxígeno. Sabían que compartirlas era vivir menos. Pero lo hicieron. En medio de la tragedia salió el mejor lado del ser humano y la fraternidad minera. Mítica. Catorce de los mineros de la mina de Soma (oeste de Turquía) en la que se produjo este martes la tragedia consiguieron cobijarse en la única cámara de refugio disponible en el pozo y una vez allí compartieron por turnos las bombonas de oxígeno antes de fallecer, según han revelado los equipos de rescate a la agencia turca Dogan.

El balance oficial de víctimas asciende ya a 282 lo que le convierte en la tragedia minera más grave en la historia de Turquía. El desastre ha desencadenado protestas en todo el país por la falta de seguridad en las minas turcas y ha puesto sobre la mesa la falta de cámaras de refugio en los pozos.

Así, en el caso de la mina de Soma, en la que trabajaban 6.500 mineros, solo había un refugio pese a que su propietario, Alp Gürkan, había asegurado en una entrevista en abril de 2013 que había varios.

La cámara en cuestión, de cinco metros cuadrados, también ha demostrado ser insuficiente, contradiciendo a Gürkan, que había asegurado que las que había en su mina permitirían que los mineros que se refugiaran en ella comieran y tuviera suficiente oxígeno "para 20 días".

Se cree que los catorce mineros entraron en la cámara tras darse cuenta de que sería imposible salir de la mina sin quedarse sin oxígeno ante la presencia de monóxido de carbono como consecuencia del fuego. Una vez allí, usaron las bombonas de oxígeno disponibles por turnos, hasta que se agotó el aire. Los equipos de rescate que entraron en la sala se encontraron los catorce cuerpos apilados unos sobre otros.

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