Miles de personas asisten a la beatificación del primer beato periodista laico

  • Linares (Jaén).- Más de 18.000 personas han asistido hoy en Linares (Jaén) a la beatificación de Manuel Lozano Garrido "Lolo" (1920-1971), primer periodista beato laico, que permaneció 28 años en una silla de ruedas y se quedó ciego nueve años antes de morir.

Miles de personas asisten a la beatificación del primer beato periodista laico
Miles de personas asisten a la beatificación del primer beato periodista laico

Linares (Jaén).- Más de 18.000 personas han asistido hoy en Linares (Jaén) a la beatificación de Manuel Lozano Garrido "Lolo" (1920-1971), primer periodista beato laico, que permaneció 28 años en una silla de ruedas y se quedó ciego nueve años antes de morir.

El escritor y periodista ha sido beatificado en una ceremonia que, bajo una lluvia intermitente, ha presidido el cardenal prefecto de la Congregación de los Santos, Angelo Amato, y a la que han asistido una veintena de prelados, entre los que se encontraban el obispo de Jaén, Ramón del Hoyo, o el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela.

En la homilía, Amato ha destacado especialmente la alegría de Lolo, que "transformó el calvario de su sufrimiento en gloria" y que a pesar de "tener los miembros entumecidos, se movía ágilmente con el corazón y la mente".

En un repaso por la vida del nuevo beato ha señalado que fue el quinto de siete hermanos, que durante la guerra, con 17 años, estuvo encarcelado durante tres meses después de que lo denunciaran por llevar la Eucaristía de forma clandestina, por un delator al que reconoció después y al que perdonó.

A los 22 años sufrió una parálisis progresiva (espondilitis) que lo dejó totalmente inmóvil durante 25 años en una silla de ruedas, que le regalaron sus compañeros de redacción, y ciego durante los últimos nueve años, hasta su fallecimiento el 2 de noviembre de 1971, con 51 años, en la más absoluta pobreza.

"Su cuerpo se convirtió en un amasijo retorcido de huesos doloridos; pero nunca se quejó ni habló de sí mismo, sin embargo, cuando pierde el movimiento de la mano derecha, aprende a escribir con la izquierda, cuando también la izquierda se paraliza, dicta a un magnetófono y así se convierte en escritor y periodista incansable desde su silla de ruedas", ha contado Amato.

Fue en medio de su parálisis cuando su producción se hizo más fecunda escribiendo 9 libros, cuentos, poesías, ensayos y más de 400 artículos publicados en medios locales y nacionales, además de ganar distintos premios.

Ofrecía sus sufrimientos, dolor que describía como un alfiler en cada célula de su cuerpo, por los periodistas, para los que escribió una oración y un decálogo, entre los que destacan puntos como "trabaja el pan de la limpia información con la sal del estilo y la levadura de lo eterno y sírvela troceada por el interés, pero no le usurpes al hombre el gozo de saborear, juzgar y asimilar".

Amato ha insistido durante su homilía en que "Lolo" ha dejado como testamento la alegría que repartía entre los cientos de personas que trataba, como profesión la generosidad, como fotografía el corazón y como firma la fe y la esperanza.

El entonces obispo de Jaén, Don Santiago García Aracil, abrió y concluyó en 1994-1995 el proceso diocesano de canonización, y el 19 de diciembre de 2009 el Papa aprobó el último trámite para la beatificación de "Lolo", una curación milagrosa atribuida a él y que hoy ha culminado con su beatificación inscrita ya en el Libro de los Beatos.

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