Mosul se prepara para la fiesta musulmana del cordero bajo el control del EI

  • La ciudad iraquí de Mosul se prepara para celebrar el próximo sábado su primer "Eid al Adha", la fiesta musulmana del Sacrificio, conocida como la fiesta del cordero, bajo la ocupación del yihadista Estado Islámico (EI), que domina la ciudad desde el pasado 10 de junio.

Yaser Yunes

Mosul (Irak), 2 oct.- La ciudad iraquí de Mosul se prepara para celebrar el próximo sábado su primer "Eid al Adha", la fiesta musulmana del Sacrificio, conocida como la fiesta del cordero, bajo la ocupación del yihadista Estado Islámico (EI), que domina la ciudad desde el pasado 10 de junio.

Este año, la gran fiesta del calendario musulmán, que marca el fin de la peregrinación musulmana a la ciudad santa saudí de La Meca y recuerda el sacrificio de Ibrahim (Abraham), no será lo mismo en las calles de Mosul.

"Cada año, cuando llegaba esta fiesta, preparaba dulces locales y compraba las comidas típicas para recibir a los invitados en mi casa", recuerda Rayá Saleh, de 44 años, que este año no podrá hacerlo debido al estancamiento económico que vive la ciudad bajo la ocupación del EI.

Además, Saleh se niega a bajar al mercado porque asegura que el EI obliga a las mujeres a vestir el jimar (velo islámico que cubre todo el cuerpo salvo la cara), algo que ella rechaza.

Asimismo, se queja de que este año no podrá visitar a sus familiares fallecidos, ya que se lo prohíbe el EI, ni la tumba del profeta Yunes (Jonás), que data del siglo XIII y que fue destruida por los yihadistas el pasado mes de julio.

En Mosul, este año, la fiesta del cordero no será igual que siempre no solo por la ocupación yihadista, sino también por el cerco impuesto por el Ejército iraquí.

Tras la toma de la ciudad por parte del EI, el régimen iraquí impuso un asfixiante embargo que incluyó el corte de energía eléctrica, con la destrucción por parte de su aviación de las instalaciones que suministran este servicio.

Con temperaturas de verano que han superado los 45 grados, la gente ha tenido que vivir privada de este vital servicio y con la escasez de gas licuado y gasolina, por lo que el precio de una bombona ya llega a un equivalente de 25 dólares, y un litro de gasolina a 2 dólares.

A estos problemas se suman los bombardeos de la aviación iraquí a objetivos de los yihadistas, que están ubicados en lugares próximos a zonas residenciales habitadas por civiles.

Akram Ali al Zobeidi, de 53 años, dice a Efe que su ciudad vive una situación trágica.

"Tal y como hicieron las tropas iraquíes, el EI ha instalado barreras y puestos de control en las calles, con el objetivo de capturar a los responsables de los últimos ataques armados contra sus combatientes", recuerda.

Al Zobedi afirma que esos puestos de vigilancia son usados además por el EI para controlar a quienes no cumplen con sus estrictas leyes, especialmente las mujeres que no visten el jimar.

También denuncia que "las bandas del EI ejecutan a gente y efectúan campañas de arresto de personas que rechazan su desviada ideología extremista".

Con él coincide el periodista y columnista Marauan al Delimi, que señala que los yihadistas ejecutaron recientemente a más de cuarenta personas, algunos de ellos apedreados acusados de adulterio.

Al Delimi encuentra extraño que nadie haya fotografiado y registrado estos crímenes para mostrarlos en los medios de información, aunque comprende el temor que se siente hacia las atrocidades que perpetra el EI contra quienes denuncian sus acciones, especialmente los periodistas.

Asimismo, Mosul, que con su millón y medio de habitantes es la segunda ciudad de Irak, sufre una gran escasez de medicinas y alimentos.

Así lo revela Karrar Yaburi, nombre ficticio por motivos de seguridad, que trabaja en un hospital de la ciudad y asegura que las reservas de medicinas y anestesia en los almacenes del Departamento de Sanidad local han comenzado a agotarse.

"Por esa razón se ha empezado a poner sólo la mitad de la dosis de anestesia a los enfermos que se someten a grandes operaciones quirúrgicas y no se aplica nada en cirugías menores y medianas", señala.

Esto provoca que algunos enfermos recuperen el conocimiento en plena operación, lo que supone un riesgo para sus vidas, afirma.

La falta de medicinas, la escasez de alimentos, las prohibiciones del EI y ahora celebrar la fiesta del cordero sin sus tradiciones y rituales han hecho que la población de Mosul esté cansada.

Así lo piensa el diputado por la provincia de Nínive, Abderahim al Shomari: "Ese grupo (el EI) ha superado todos los límites en sus malas prácticas. La gente espera una ofensiva del Ejército iraquí para alzarse".

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