MSF pide al Gobierno centroafricano que condene los ataques a civiles y ONG

Nairobi, 5 may.- La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) llamó hoy al Gobierno de República Centroafricana y a todas las partes del conflicto a condenar los ataques contra civiles y trabajadores humanitarios en el país.

La organización reducirá sus actividades en la República Centroafricana y otros países vecinos durante una semana en protesta por el ataque el pasado día 28 de abril a su hospital de Boguila (en el norte), donde murieron 16 personas, tres de ellas trabajadores centroafricanos de MSF.

"Urgimos al Gobierno de transición y a todos los grupos armados involucrados en el conflicto a condenar inmediata y públicamente este horrible ataque", expresó el director general de MSF, Arjan Hehenkamp, a través de un comunicado.

El responsable de MSF se mostró sorprendido de que ni el Ejecutivo de Catherine Samba-Panz ni las milicias hayan condenado el ataque de Boguila ni otros similares en todo el país.

Del mismo modo, Hehenkamp llamó a las milicias a comprometerse a frenar a sus tropas, y a respetar a los civiles y trabajadores humanitarios.

"También pedimos que el Gobierno de transición, apoyado por las fuerzas militares internacionales, esté a la altura de su mandato y proporcione a la población la protección que necesita con tanta urgencia", remarcó.

Tras la masacre de Boguila y ante los abusos contra civiles, MSF ha reducido sus actividades médicas en República Centroafricana y otros proyectos de los países vecinos.

Ahora, la organización evaluará las posibilidades de trabajo de su personal y el impacto futuro de sus actividades.

En los últimos 18 meses, los trabajadores de MSF han sido víctimas de forma repetida de actos violentos, la mayoría de ellos en la zona de Ouham, donde se encuentra Boguila.

Desde el pasado diciembre, partidarios de Séléka -coalición de mayoría musulmana que derrocó al expresidente François Bozizé en marzo de 2013- y las milicias cristianas "Anti-Balaka" mantienen violentos enfrentamientos.

Las tensiones en el país, de mayoría cristiana, han derivado en una crisis de violencia extrema, sanitaria y de desplazamientos forzosos, fundamentalmente de musulmanes.

MSF trabaja en la República Centroafricana desde 1997 -y en Boguila desde 2006- con unos 300 trabajadores internacionales y 2.000 empleados centroafricanos.

Desarrolla siete proyectos regulares (en Batangafo, Carnot, Kabo, Ndélé, Paoua, Bria y Zemio) y ocho proyectos de emergencia (en Bangui, Berbérati, Bouar, Boguila, Bossangoa, Bangassou y Bocaranga así como clínicas móviles en el noroeste del país).

Los equipos de MSF, los únicos que trabajan en algunas zonas del país, también están proporcionando asistencia a los refugiados centroafricanos que han huido a los vecinos Chad, Camerún y la República Democrática del Congo.