Mueren cinco niñas tras caer a un pozo en el interior de una madrasa de Peshawar

    • El drama no abandona a los niños en Peshawar. Tras los atentados en las escuelas ahora un accidente golpea a la infancia.
    • Entre 25 y 30 estudiantes se encontraban en el tejado del pozo, que había sido convertido en un desagüe, cuando se produjo el derrumbamiento
Pakistán ejecuta a siete condenados por terrorismo
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Al menos cinco niñas han muerto este martes tras caer a un pozo ubicado en el interior de una madrasa de la localidad paquistaní de Peshawar, según ha informado el diario paquistaní 'Dawn'.

Según estas informaciones, entre 25 y 30 estudiantes se encontraban en el tejado del pozo, que había sido convertido en un desagüe, cuando se produjo el derrumbamiento, que se ha saldado con otras ocho niñas heridas.

Las autoridades locales han detallado que todas las víctimas tienen entre 10 y 16 años. Las niñas heridas han sido trasladadas a un centro médico de la localidad, sin que por el momento se sepa si alguna de ella se encuentra en estado grave.Los profesores van a clase con armas

Las autoridades de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, al norte de Pakistán, han decidido permitir a los profesores que porten armas en las escuelas si lo desean. Los maestros se han visto obligados a cambiar el lápiz y la tiza por pistolas, una medida extraordinaria y también polémica tomada tras el ataque al colegio de Peshawar el pasado diciembre.

El ministro de información y educación de la provincia, Mushtaq Ghani, justificó la decisión de que los maestros puedan armarse porque los 65.000 policías que hay en la región son insuficientes para proteger las 35.000 escuelas. "Los terroristas deben saber que las escuelas no están indefensas y los maestros armados podrían potencialmente contener a hombres armados y ganar tiempo para que lleguen los refuerzos policiales", afirmó.

Para estos docentes, la normalización del armamento en las escuelas no es la manera de luchar contra la violencia. "¿Cómo es posible enseñar a los estudiantes en una clase con una pistola en una mano y una pluma en la otra?", se preguntaba Malik Khalid Khan, presidente de la Asociación de Profesores de Escuelas Privadas. "No es nuestro trabajo, nuestro trabajo es enseñarles libros. Un profesor con una pistola en clase tendrá un efecto muy negativo en sus alumnos".

Gran parte de la comunidad educativa se opone a esta medida. Muchos profesores la consideran "imprudente" y "contraproducente". "Si los maestros llevan armas a clase, eso ensalzará las armas a ojos de los niños y en el futuro podría inspirarlos a buscar armas, a un mal uso de ellas y a causar más tragedias", asegura Umar Daraz, profesor de primaria.

Mohamed Iqbal también es profesor. Da clase de educación física en la Escuela Secundaria Número 1, el colegio es de los más grandes y antiguo de Peshawar. Hasta el día del atentado en el mes de diciembre, Iqbal se dedicaba a organizar y planear las clases y actividades deportivas con los alumnos. Hoy, se ha convertido en el jefe de seguridad y porta una pistola: "Es mi arma personal. La empecé a traer a la escuela". Este colegio ha adquirido armamento para todo su personal y ahora uno de los empleados pasa el día apostado como francotirador en el tejado. "Varios profesores murieron en el ataque a la escuela militar. Quiero estar seguro de que si eso pasa aquí, vamos a luchar", dice.

La dirección del centro es consciente de que la policía no puede proteger las decenas de miles de escuelas que hay en la provincia. Y a diferencia de las escuelas privadas y de elite, las públicas no tienen fondos para contratar guardias armados.Las maestras, entrenan con la policía

Un grupo de 11 profesoras del colegio femenino "Frontier College", en Peshawar, se están entrenando ya en el uso de pistolas y planean llevarlas para proteger a sus estudiantes, que tienen entre 16 y 21 años. La semana pasada, el grupo tomó parte en una sesión organizada por la policía local. "Es lo que demanda la situación actual", declara Meena Dar Jan, una de las profesoras. "Así que ahora las llevamos y, para evitar presión a los niños, tratamos lo mejor que podemos de que las armas estén tan ocultas e invisibles como se pueda".

El jefe de policía local,Ijaz Ahmed Jan, alaba la dedicación de las profesoras. "Estaban entusiasmadas y han tomado mucho interés. Solo fue un día de entrenamiento. Hemos enviado a nuestras mujeres inspectoras y les han trasladado todo el conocimiento sobrecómo manejar el arma, y también han hecho pruebas de tiro".

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