Naciones Unidas preocupada por restricciones de derechos humanos en Tailandia

  • Naciones Unidas expresó hoy su "seria preocupación" por las crecientes restricciones contra activistas y actos que tratan la vulneración de derechos humanos en Tailandia tras el golpe de estado militar del pasado mes de mayo y donde aún está impuesta la Ley Marcial.

Bangkok, 3 sep.- Naciones Unidas expresó hoy su "seria preocupación" por las crecientes restricciones contra activistas y actos que tratan la vulneración de derechos humanos en Tailandia tras el golpe de estado militar del pasado mes de mayo y donde aún está impuesta la Ley Marcial.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU para el Sur y Este de Asia (ACNUDH) "está seriamente preocupada por el aumento de las restricciones a los defensores de derechos humanos en su ejercicio de los derechos de asamblea pacífica y expresión en Tailandia", indicó el organismo en un comunicado.

La oficina instó al Ejecutivo tailandés, liderado por el general golpista, Prayuth Chan-ocha, a cumplir con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos al considerar que existe "un deterioro en el entorno para los activistas" desde el acceso al poder de la junta militar.

Este martes, las autoridades tailandesas censuraron un acto en el que se iba a debatir sobre el empeoramiento de la justicia en el país tras el golpe de Estado, ya que según la versión de los militares podría vulnerar la prohibición de asamblea pública.

Las autoridades pidieron en una carta la cooperación de los activistas para la cancelación del acto ya que "la situación (del país) continúa siendo anormal", declaró el abogado tailandés Pawinee Chumsri, uno de los organizadores del evento.

Desde la toma de poder de los militares, el pasado 22 de mayo, el cuerpo castrense ha retenido a activistas y políticos locales, ha aplicado la censura a los medios y prohibido actos simbólicos como la lectura del libro de George Orwel "1984" o repartir bocadillos en lugares públicos.

El pasado domingo, el rey de Tailandia, el octogenario Bhumibol Adulyadej, refrendó como primer ministro al general Prayuth y un Ejecutivo lleno de militares.

Prayuth ha prometido que, tras un periodo de reformas, convocará elecciones parlamentarias en el último trimestre de 2015.

Tailandia arrastra una grave división política desde el golpe de Estado de 2006 contra el ex primer ministro Thaksin Shinawatra, que vive en el exilio para evitar una condena por corrupción.

Su hermana, la ex primera ministra Yingluck Shinawatra, fue destituida en una controvertida decisión judicial unos días antes del pronunciamiento militar del pasado mayo y también está acusada en varios casos de corrupción.

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