Una nueva tregua para la ciudad siria de Alepo

Una nueva tregua de 48 horas entró en vigor este jueves en la ciudad siria de Alepo (norte), después del aviso de Washington a Damasco y Moscú sobre el respeto del cese de las hostilidades.

En los últimos meses se anunciaron varios ceses el fuego en Alepo, otrora capital económica de Siria, actualmente arrasada por la guerra y dividida desde 2012 entre régimen y rebeldes.

Pero después de un respiro de varios días, este frente se avivó de nuevo con ataques sangrientos del ejército del aire, por un lado, y con mortíferos lanzamientos de cohetes de los insurgentes sobre los barrios gubernamentales, por el otro.

El nuevo "régimen de silencio" anunciado por los rusos, aliados del gobierno sirio, entró en vigor "el 16 de junio a las 00H01 (21H00 GMT del miércoles)", según el ministerio ruso de Defensa.

Hasta bien entrada la tarde del miércoles, los bombardeos del régimen fueron muy intensos, según el corresponsal de la AFP en el lugar, del lado rebelde.

"Hubo bombardeos de los dos lados después de medianoche, pero esta mañana Alepo está en calma", indicó por su parte Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Para los analistas, esta tregua aguantará tanto como las anteriores y los ataques continuarán mientras no haya un verdadero esfuerzo para relanzar los procesos de paz, actualmente en punto muerto.

"Los sirios son cada vez más escépticos frente a estas efímeras treguas, que parecen tan artificiales e infructuosas como las sesiones de negociaciones, que provocan esperanzas y luego decepciones amargas", afirmó a la AFP Karim Bitar, director de investigaciones en el Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS).

"Parece que se trata una vez más de un alto el fuego de conveniencia, apenas respaldado por un verdadero proceso político", añadió.

"Esta tregua de algunas horas no pretende detener el baño de sangre y las masacres, sino que es un simple descanso para los asesinos y los autores de matanzas contra los alepinos y el pueblo sirio", criticó el OSDH.

Rusia y Estados Unidos lideran un proceso diplomático y político para Siria, que está en punto muerto, después de cinco años que han dejado más de 280.000 muertos y millones de desplazados y refugiados.

El ministerio ruso de Defensa indicó en su comunicado el miércoles que esta nueva tregua pretendía "reducir el nivel de violencia armada y estabilizar la situación".

Este anuncio llega después de la advertencia que lanzó el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, a Damasco y Moscú.

"Es crucial instaurar una verdadera tregua", declaró en Oslo, en referencia a la tregua impulsada por Moscú y Washington el 27 de febrero - de la que están excluidos los grupos yihadistas -, que ha sido violada en numerosas ocasiones desde abril.

"Rusia debe comprender que nuestra paciencia no es infinita. De hecho, es muy limitada en cuanto a saber si Al Asad será o no puesto delante de sus responsabilidades", y silenciar las armas bajo la presión de Rusia, añadió el secretario de Estado.

Estados Unidos está "dispuesto a pedir cuentas a los (grupos armados) miembros de la oposición" sospechosos de abusos o que "continúan los combates violando el alto el fuego", continuó John Kerry.

En el terreno humanitario, unas cincuenta organizaciones sirias de la oposición criticaron la acción de la ONU en Siria, acusándola de "capitular" ante el régimen en cuanto al reparto de ayuda a las víctimas del conflicto.

Según ellas, en abril, el 88% de las entregas de comida se hicieron en regiones controladas por el régimen y el 12% en sectores fuera de su mando.

El coordinador humanitario de la ONU en Siria, Yaacub al Helu, respondió diciendo que sería "un suicidio" enviar convoyes humanitarios sin autorización.

Cientos de miles de civiles se encuentran en las localidades asediadas, en la mayoría de los casos por las fuerzas gubernamentales, sin acceso a provisiones ni a una ayuda médica.

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