Madrid, 12 ago.- La organización Obras Misionales Pontificias, en nombre de los 13.000 misioneros españoles repartidos por el mundo, ha lamentado hoy la muerte del religioso Miguel Pajares, y ha afirmado que "la causa última" de su fallecimiento no ha sido el virus del ébola sino el servir a los "excluidos".
En un comunicado, el director de Obras Misionales, Anastasio Gil García, se ha unido al dolor de la Orden Hospitalaria san Juan de Dios y de los familiares de Pajares, que "ha entregado su vida al servicio de la evangelización".
"La enfermedad del ébola ha sido la causa próxima de su muerte, pero la causa última ha sido su entrega a Dios sirviendo a los más pobres, en los últimos y excluidos", ha señalado.
Además, las circunstancias que han concurrido en la enfermedad y la repatriación del sacerdote "han desvelado la solidaridad del pueblo español con los misioneros y la rápida y eficaz implicación del Estado para poder ayudarle con los medios a su alcance", según Gil.
La muerte de Miguel Pajares es una oportunidad -ha continuado- para recordar "a tantos otros que de manera más discreta y silenciosa entregan su vida en la misión" y para reconocer su labor humanitaria y evangelizadora.
"Allí han quedado sus cuerpos y sus vidas, rodeados de la cercanía y el acompañamiento de las gentes a las que han entregado la existencia, y del dolor de quienes les vieron partir para la misión", ha añadido.
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