Mogadiscio, 5 ago.- Ocho personas murieron hoy y quince resultaron heridas en el asalto de un grupo de rebeldes fuertemente armados a un campamento de refugiados de la capital somalí, con el fin de hacerse con alimentos que las agencias internacionales están enviando a la zona para paliar la hambruna en el Cuerno de África.
Los milicianos, que vestían uniformes similares a los de las Fuerzas de Defensa del Gobierno de Somalia, atacaron el complejo de desplazados internos de Badbado, un campamento en el que se refugian unas 6.000 personas recién llegadas a Mogadiscio y donde se reparte comida donada por el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
"Los rebeldes atacaron tres camiones de los que se estaban descargando alimentos y se produjo un fuego cruzado con las fuerzas del Gobierno que custodiaban la ayuda humanitaria en el que murieron un miliciano, un soldado y seis personas que esperaban para recibir las donaciones", dijo a Efe Dahir Osman, uno de los refugiados y testigo de los hechos.
Añadió que "los 6.000 refugiados huyeron del campamento porque estaban aterrorizados ante el ataque de los rebeldes, lo que incrementa aún más su sufrimiento".
Osman huyó con sus tres hijos de la zona afectada por la hambruna al distrito de Waberi de Mogadiscio, donde depende de la solidaridad de los vecinos de la zona, que alimentan a su familia.
"Desde que llegamos a Mogadiscio hemos recibido alguna ayuda de los residentes, pero esta era la primera vez que nos llegaba ayuda internacional y con ella llegó la muerte, así que prefiero mendigar por las calles a quedarme en un campamento tan peligroso", señaló.
El primer ministro de Somalia, Abdiweli Mohamed Ali, condenó el ataque y ordenó a la policía que capturara a los asaltantes y les llevara ante la justicia.
"Condeno el ataque de la forma más contundente posible. Es una acción terrible, un acto inhumano cometido por criminales", afirmó el primer ministro en declaraciones a la emisora Radio Mogadiscio.
Además, pidió perdón a las víctimas y prometió que no habrá más ataques.
Miles de personas -en su mayoría niños, mujeres y ancianos- están muriendo de hambre en Somalia, pero el grupo rebelde Al Shabab ha prohibido a las agencias de ayuda humanitaria operar en el sur del país, la zona que controla.
Las agencias internacionales de ayuda han estado enviando alimentos las últimas dos semanas, después de que el pasado 20 de julio la ONU declarara el estado de hambruna en dos regiones del sur de Somalia, Bakool y Baja Shabelle, algo inédito en este país en los últimos 20 años.
Según datos de las Naciones Unidas, casi la mitad de la población somalí, unos 3,7 millones de personas, padece una crisis humanitaria, de las que 2,8 millones residen en el sur.
Hasta el momento la organización asegura que se desconoce el número exacto de muertos.
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