Piden penas de hasta cadena perpetua para 6 etarras por asesinato de policía francés

  • La fiscalía solicitó este lunes penas de entre 18 años de cárcel y cadena perpetua contra seis miembros de ETA juzgados en París por la muerte a tiros de un policía francés en 2010.

Ante el Tribunal de lo Penal, la fiscal pidió la condena más larga para Mikel Carrera Sarobe, de 43 años y exjefe del aparato militar de la organización separatista armada vasca, a quien designó como "uno de los autores de los disparos mortales".

Consideró, en cambio, que Xabier Goyenechea Iragorri, de 35 años, acusado igualmente de homicidio voluntario, no podía ser el segundo autor de los disparos dadas las pruebas. En consecuencia, pidió 18 años de reclusión en su contra.

El juicio de los seis etarras -cinco hombres y una mujer- comenzó el pasado 2 de noviembre ante el Tribunal de lo Penal especial de París, compuesto de magistrados profesionales.

ETA admitió estar detrás del tiroteo que costó la vida al policía francés -la última víctima mortal de la organización- durante un control de identidad, pero aseguró que se produjo "en contra de su voluntad" y acusó a la policía francesa de haber disparado primero.

ETA, considerada por la Unión Europea como una organización terrorista, mató al menos a 829 personas en cuatro décadas de lucha armada por la independencia del País Vasco y de Navarra. En octubre de 2011 renunció definitivamente a la violencia, aunque la organización no se ha disuelto ni ha entregado las armas, como exigen España y Francia.

Sarobe, último jefe militar del grupo, antes de que este renunciara a la lucha armada en octubre de 2011, ya había sido condenado a cadena perpetua en París por el asesinato de dos guardias civiles españoles en Capbreton (suroeste).

Su ADN fue encontrado en la escena del crimen, recordó la fiscal Maryvonne Caillibotte, quien lo describió como "implacable", "duro" y "meticuloso".

En cambio, pese a que restos del ADN de Goyenechea, a quien las autoridades de Madrid le atribuye estar a cargo de asuntos "técnicos" y "logísticos" de la organización, fueron encontrados en uno de los coches utilizados por los acusados, no hay indicios de su presencia en el lugar.

La justicia francesa estima entonces que uno de los coautores de los tiros que terminaron con la vida del agente sigue sin ser identificado.

"El conjunto de restos de ADN y huellas encontradas en la escena del tiroteo hace pensar que podría haber ocho militantes en el lugar", afirmó.

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