La policía alemana busca las motivaciones del autor de la matanza de Múnich

La policía alemana trataba de obtener más datos el sábado sobre la identidad y los motivos, hasta el momento poco claros, que llevaron a un joven germano-iraní de 18 años a matar a nueve personas en un centro comercial de Múnich, en el sur del país, y a suicidarse después.

Los agentes aseguraron que no contaban con ningún elemento que les permitiera determinar si esta matanza, ocurrida el viernes por la tarde en uno de los mayores centros comerciales de la capital bávara, es un atentado o el acto de un enajenado mental. El incidente también dejó 16 heridos, tres de ellos, muy graves.

En todo el país, las banderas ondeaban este sábado a media asta en homenaje a las víctimas, de las que se desconoce la edad o la nacionalidad. De momento, solo se sabe que entre los muertos habría tres kosovares, informó el ministerio kosovar de Relaciones Exteriores.

La policía, que tenía previsto comparecer el sábado, facilitó poca información sobre el asesino. Actuó solo y no estaba fichado por la policía. Sus motivos están "totalmente no dilucidados", declaró el jefe de la policía local, Hubertus Andrä, durante una rueda de prensa en la noche del viernes.

El viernes por la tarde, la policía indicó que "sospechaba de un acto terrorista" pero que no tenía suficientes pruebas para establecer un vínculo islamista. En cambio, horas después se mostró más prudente, una vez que quedó claro que el autor había actuado solo.

El sábado al amanecer, las fuerzas del orden efectuaron un registro en un apartamento situado al norte del centro de la ciudad, aunque no quisieron confirmar si se trataba del domicilio del joven que sembró el terror antes de suicidarse, según la agencia de noticias alemana DPA.

Una vecina, preguntada por la AFP en el lugar, afirmó sin embargo que conocía al joven, "una buena persona [...] que reía como cualquier persona normal".

"Nunca lo vi enfadado ni oí [que tuviera] problemas con la policía o con los vecinos", dijo Delfye Dalbi, de 40 años, asegurando que vivía en el primer piso del bloque, mientra que el joven, hijo de un taxista, vivía en el quinto.

En un video de un aficionado difundido por las redes sociales el viernes por la noche, se ve a un hombre propinando insultos contra un hombre vestido de negro, sobre el techo del centro comercial y con una pistola en la mano, que, según la policía, podría tratarse del autor de los hechos.

"Sucio moro", le grita el hombre, mientras que una voz, que podría ser la del asaltante, responde: "Soy alemán, nací aquí. En un barrio de Hartz IV -nombre del subsidio por desempleo de larga duración, sinónimo alemán de barrio desfavorecido-", antes de lanzar un enigmático: "estaba en tratamiento hospitalario estacionario".

En Berlín, la canciller tenía previsto comparecer por la tarde tras haberse reunido con los principales ministros.

En Múnich, el transporte público volvía a funcionar y la vida iba recobrando la normalidad después de que se hubiera decretado el estado de sitio por el temor de la policía a que, basándose en información de testigos, otros tres autores se hubieran dado a la fuga.

La matanza se produjo cuatro días después de un ataque con hacha en un tren regional de Baviera, cometido por un solicitante de asilo de 17 años que reivindicó que actuaba en nombre del grupo yihadista Estado Islámico (EI).

En Múnich, las alarmas saltaron el viernes poco antes de las 18H00 (16H00 GMT) en un centro comercial cercano al estadio olímpico.

Según el video de un aficionado, un hombre vestido de negro abrió fuego contra los transeúntes a la salida de una hamburguesería próxima a centro comercial mientras la gente trata de huir, gritando.

A continuación, el asaltante entró en el centro comercial y siguió disparando contra los mirones, según los testigos, antes de darse a la fuga. Herido por las balas de la policía, su cuerpo fue hallado por la noche a aproximadamente un kilómetro del centro comercial. La policía destacó que se suicidó.

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