Policía italiana desmantela campamento de migrantes en frontera ítalo-francesa

  • La policía italiana desmanteló este miércoles un campamento de migrantes en la frontera franco-italiana, pero los ocupantes -unos 50 refugiados y militantes- se refugiaron en las rocas de la costa.

El desmantelamiento del campamento fue decidido por la justicia de Imperia (Italia), que acusó a los ocupantes de robo de agua y electricidad, dijo a la AFP un portavoz de la policía.

Unos 30 migrantes y unos 20 militantes italianos, advertidos de la decisión, abandonaron el campamento para refugiarse en las rocas.

A mediodía, un cordón de unos treinta policías se hallaba cerca de las rocas, frente a esas 50 personas, sentadas cerca del agua, constató la AFP.

Los migrantes y militantes desplegaron una banderola en inglés en la que se podía leer: "Queremos la libertad de atravesar la frontera".

Este campamento, situado a un centenar de metros de la frontera francesa y cerca de la ciudad gala de Menton, reagrupaba, según el día, a hasta 250 personas, indicó Giuseppe Maggese, adjunto del jefe de la policía de Imperia, que estimó que muchos se fueron el martes por la noche al enterarse de la inminente evacuación.

"Tratamos de convencerlos de que salgan de las rocas. No tienen la intención y quieren aprovechar la situación desde un punto de vista mediático", dijo Giuseppe Maggese.

"Corremos el riesgo de que se caigan en las rocas y haya heridos. Estamos estudiando todas las opciones antes de intervenir", añadió.

Otra fuente policial italiana precisó que unos diez migrantes fueron detenidos por la mañana y llevados a la comisaría de la localidad fronteriza de Vintimille. Entre ellos se encontraba un bosnio bajo mandato de arresto internacional, precisó la fuente.

A media mañana, la policía dejó pasar al obispo de Vintimille-San Remo, Antonio Suetta, que fue expresamente a hablar con los migrantes para "sacarlos de su situación precaria".

"De momento no quieren moverse de las rocas", dijo el obispo, después de veinte minutos de conversaciones infructuosas.

Según una voluntaria de Médicos del Mundo, Anne de Botton, más de cien personas se encontraban la víspera en el campamento.

"Es un campamento de descanso antes de cruzar la frontera, un campamento de tránsito donde nunca se ve a la misma gente", explica. El campamento, muy organizado, con duchas y electricidad, recibía la visita de Médicos del Mundo tres veces por semana.

Por lo demás, la frontera franco-italiana situada a la orilla del mar estaba totalmente cerrada este miércoles.

Todos los puntos de paso entre Italia y el departamento francés de Alpes Marítimos son objeto de un control reforzado desde mitad de junio por parte de la policía francesa.

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