Varsovia, 28 nov.- El ministro polaco de Administración, Michal Boni, anunció hoy la creación de un observatorio para controlar las manifestaciones de racismo, xenofobia y discriminación en la vida pública de Polonia, donde recientemente fue detenido un presunto terrorista inspirado en el noruego Anders Breivik.
El titular de Administración indicó que los miembros de este organismo, representantes de los departamentos de Administración, Digitalización, Interior y Educación, serán nombrados en las próximas semanas.
Por su parte, la presidenta del Parlamento polaco, Ewa Kopacz, aseguró que vigilará el uso de lenguaje agresivo en las cámaras legislativas, donde son habituales debates en los que se emplea una fuerte dialéctica.
Una de las causas del nivel de agresividad que vive la política local se encuentra en la catástrofe de Smolensk (Rusia), donde en 2010 murió en accidente aéreo el entonces presidente del país, Lech Kaczynski, ya que la oposición ultranacionalista ha acusado abiertamente al actual primer ministro, el liberal Donald Tusk, de estar detrás de la tragedia.
Para el Gobierno de Polonia, el nivel de radicalización de la sociedad polaca ha aumentado en los últimos meses, como demuestran las manifestaciones violentas de la extrema derecha o la detención de un presunto terrorista que pretendía atentar contra el Parlamento y la jefatura del Estado.
El detenido, Brunon K., es un profesor universitario que ha confesado su admiración por Anders Breivik, el noruego autor de la matanza de Utola, con quien compartía una ideología radical y xenófoba.
Desde el Ejecutivo polaco se pretende que el futuro observatorio sirva para mitigar el radicalismo en el lenguaje político y en la vida social.
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