Rafael Matesanz alerta del fraude en la infusión de células madre

  • El turismo de células madre, es decir, la práctica de viajar a otros países para recibir infusiones celulares para luchar contra enfermedades sin tratamiento razonable dentro de la medicina, como el párkinson o la esclerosis, no ofrece resultados positivos y en la mayor parte de los casos es un fraude.

Zaragoza, 18 abr.- El turismo de células madre, es decir, la práctica de viajar a otros países para recibir infusiones celulares para luchar contra enfermedades sin tratamiento razonable dentro de la medicina, como el párkinson o la esclerosis, no ofrece resultados positivos y en la mayor parte de los casos es un fraude.

Así lo ha asegurado hoy rotundamente el presidente de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, en Zaragoza, donde participa en la X Reunión de Coordinadores de Trasplantes y Profesionales de la Comunicación, y en la que ha intervenido con una conferencia sobre este asunto.

Antes de la inauguración del encuentro, ha explicado a los medios de comunicación que el turismo de células madre lo practican personas con enfermedades sin tratamiento en sus respectivos países y que "buscan una esperanza en distintos lugares del mundo", fundamentalmente en China, países latinoamericanos, como Colombia y Cuba, o en Ucrania.

Estos pacientes se someten a infusiones de células madre de distintas procedencias, como cordón umbilical, embriones o fetos, para intentar curarse, pero Matesazn ha advertido de que los resultados de estas prácticas, que muchas veces rozan la ilegalidad, son "totalmente inciertos y muchas veces desembolsando cantidades muy importantes, de hasta 20.000 euros".

Resultados "nulos" en el mejor de los casos, pero que pueden llegar a ser "negativos" para la salud, y por descontado "para el bolsillo".

Quienes ofrecen estos tratamientos, ha insistido, "venden esperanza a pacientes que están directamente desahuciados o que no tienen solución clara dentro de la medicina oficial", y la misión de la ONT es informar al ciudadano de los riesgos que se corren.

Evidentemente, algunos españoles se han sometido a estas prácticas, aunque no es fácilmente detectable, porque estos enfermos, cuando vuelven, no necesitan cuidados especiales, como sí sucede con quienes practican el denominado "turismo de trasplantes", que vuelven con un órgano que requiere determinados cuidados.

Sobre qué pueden hacer los gobiernos para evitar estas prácticas, no autorizadas por las autoridades sanitarias, Matesanz ha explicado que España suscribió la llamada Declaración de Quito, en la que los países se comprometían a informar a los ciudadanos de los riesgos de estas prácticas y a alertarles de que "los milagros no existen".

En cualquier caso, ha reconocido que "no se puede ir contra la libertad individual", y si una persona "quiere ir a por soluciones mágicas, difícilmente se puede prohibir".

Matesanz ha diferenciado estas terapias de infusión de células madre de otros tratamientos relacionados con la medicina estética, que también inyectan sustancias.

En este sentido, ha recalcado que las terapias con células madre no están autorizadas en España en ningún caso, y que, por eso, antes de someterse a ningún tratamiento es recomendable preguntar a las autoridades sanitarias acerca del mismo.

Sin embargo, dentro de España es "difícil" que se dé un caso, porque todas las terapias que se ofrecen están avaladas y, en caso contrario, serían ilegales.

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