Rebeldes opuestos a Asad, principal objetivo de ataques rusos, según expertos

  • Los primeros ataques rusos en Siria tenían como objetivo a los rebeldes que luchan al mismo tiempo contra el régimen del presidente Bashar al Asad y contra los islamistas del Estado Islámico, según los expertos.

Tras los bombardeos del miércoles, Rusia afirmó que sus aviones atacaron posiciones del EI y de "otros grupos terroristas". Pero según los analistas su principal objetivo es ayudar al régimen sirio a sobrevivir.

Los países occidentales acusan al Kremlin de querer ayudar a Asad bombardeando a los grupos que amenazan su régimen.

Según fuentes de seguridad sirias y expertos, se trata de los grupos Frente Al Nosra (la rama siria de Al Qaida), el grupo islamista Ahrar al Sham y otros pequeños grupos considerados moderados que tienen el apoyo de Estados Unidos y los países árabes.

Según el senador estadounidense John McCain, los bombardeos rusos del miércoles tenían también como objetivo atacar a rebeldes entrenados y financiados por la CIA para luchar contra el EI.

"Moscú interviene en Siria no sólo contra el EI sino contra todo los grupos que considera terroristas", afirma Fabrice Balanche, un especialista de Siria e investigador del Washington Institute.

"La primera serie de ataques rusos parece concentrarse en las zonas rebeldes que amenazan el bastión alauita del régimen de Asad, lo que demuestra que Moscú quiere tomar la iniciativa en la guerra en Siria y no luchar contra los terroristas", añade.

El Kremlin, igual que el régimen de Asad, "considera al EI, a Al Nosra y a todos los demás rebeldes como grupos terroristas", según una fuente de seguridad siria consultada por la AFP.

Según Peter Harling, un investigador del International Crisis Group, "el objetivo de Rusia es defender el régimen y en este contexto la oposición armada no yihadista es la amenaza más urgente".

Por su parte Estados Unidos considera que la prioridad es el EI, a pesar de que también ha atacado posiciones de Al Nosra, un grupo que considera "terrorista".

Según la oenegé Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), los ataques rusos iban dirigidos contra posiciones de Al Nosra y de los rebeldes, que amenazan directamente las regiones en manos del régimen, en el centro y el oeste del país.

"El bombardeo ruso sirve para apoyar al régimen en las provincias de Homs, Hama y Latakia, donde las zonas alauitas están bajo amenaza", afirma Rami Abdel Rahman, director del OSDH. Los alauitas, a los que pertenece Asad, son una rama del chiismo y una confesión minoritaria en Siria.

Según Abdel Rahman, los ataques iban dirigidos contra un "triángulo" en el centro de Siria que si cayera en manos de los rebeldes cortaría una importante ruta del ejército para aprovisionar la ciudad de Alepo (norte).

En la provincia de Homs hubo ataques contra bases de Al Nosra desde donde asediaban a los pueblos alauitas vecinos. También fueron atacados otros pequeños grupos rebeldes considerados moderados como Tahrir Homs y Faylaq Homs.

Según el OSDH y los observadores, los ataques alcanzaron zonas de la provincia de Hama cercanos a pueblos alauitas y cristianos bajo la amenaza de Al Nosra. Entre los objetivos había un depósito de armas de Jaich al Ezza, un grupo que tiene el apoyo de Estados Unidos y de los países árabes.

Los rusos también bombardearon Jabal al Akrad ("La Montaña de los Kurdos"), el principal bastión de los rebeldes desde 2012 en la provincia de Latakia (oeste), desde donde estos atacan territorios en manos del régimen, como el aeropuerto de Latakia o la localidad de Kardaha, cuna del clan Asad.

Según Harling, los rusos quieren ayudar al régimen "a la espera que sus adversarios terminen por aceptarlo".

Pero Karim Bitar, director del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas de París, advierte que "estos ataques complican todavía más el conflicto (...) y podrían transformarse en un auténtico avispero para los rusos".

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