Rebeldes y Gobierno congoleño suspenden temporalmente las conversaciones

  • El Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) y el movimiento rebelde congoleño M23 decidieron hoy suspender las conversaciones que mantienen en Kampala, las cuales retomarán el próximo 4 de enero.

Kampala, 21 dic.- El Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) y el movimiento rebelde congoleño M23 decidieron hoy suspender las conversaciones que mantienen en Kampala, las cuales retomarán el próximo 4 de enero.

El ministro ugandés de Defensa, Crypsus Walter Kiyonga, indicó que las dos partes anunciaron progresos significativos en las negociaciones para pacificar el este del país, pero indicaron que todavía hay desacuerdos en el apartado de seguridad, uno de los puntos clave del proceso.

Citado por la emisora congoleña Radio Okapi, Kiyonga, facilitador en las conversaciones, explicó que hace falta alcanzar un acuerdo sobre el alto el fuego, una condición de la delegación rebelde previa a la continuación del diálogo, pero que rechazan los representantes del Gobierno congoleño.

La semana pasada, miembros de la sociedad civil congoleña se opusieron a un reparto de poder entre el M23 y el Gobierno y solicitaron un diálogo incluyente con todas las partes del conflicto.

Las conversaciones comenzaron el pasado día 9, en medio de un ambiente de tensión.

Durante los primeros contactos, los rebeldes acusaron a Kinshasa de masacres contra la población civil y violaciones de los derechos humanos, aunque varias organizaciones internacionales señalan a ambos bandos como responsables de éstas.

El Ejecutivo de la RDC replicó, basándose en los informes de la ONU -alguno de los cuales señala a Ruanda como titiritero del M23- que es el propio grupo rebelde el que crea la inestabilidad en la zona, poblada por numerosos grupos armados.

El 23 de marzo de 2009, el Gobierno congoleño firmó un acuerdo de paz con el entonces rebelde Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), que el M23 -el grupo toma su nombre de la fecha de la rúbrica de ese documento- asegura que no se ha cumplido.

El M23 lo forman soldados congoleños amotinados (algunos de ellos antiguos miembros del CNDP) y supuestamente fieles al rebelde Bosco Ntaganda, buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad.

Ntaganda se integró hace tres años en las fuerzas de la RDC, al contribuir a la pacificación de Kivu del Norte tras ayudar a detener, en 2009, a Laurent Nkunda, antiguo señor de la guerra y general del Ejército.

Los rebeldes del M23 tomaron el pasado 20 de noviembre la estratégica ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, rica en minerales y fronteriza con Ruanda, lo que provocó el desplazamiento de cientos de miles de personas y amenazó con un conflicto de repercusiones regionales.

Once días después, los amotinados, que aún controlan zonas de Kivu del Norte, abandonaron la ciudad, cumpliendo con un llamamiento de la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos que dio pie a un proceso de negociación con el Ejecutivo de Kinshasa, en respuesta a las demandas del M23.

Los rebeldes se sublevaron el pasado abril para protestar, supuestamente, por la pérdida de poder impuesta por el Gobierno a su líder y renegociar el acuerdo del 23 de marzo de 2009, que supuso su integración en el Ejército.

La RDC se encuentra inmersa todavía en un frágil proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003), que implicó a varios países africanos y tiene desplegada en su territorio una ingente misión de la ONU.

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