Reivindicar Palestina a ritmo de hip-hop

  • El grupo de hip-hop DAM es la banda sonora de la juventud frustrada de Oriente Medio. Convertidos en estrellas internacionales recuerdan que su música sigue siendo un compromiso con la realidad palestina.
BET Hip Hop Awards 2011 - Show
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Noga Tarnopolsky, Jerusalén | GlobalPost

En 1970, con el sonido de fondo de un tambor y de un pausado saxofón, el difunto Gil Scott-Heron dijo seis palabras inmorales y contribuyó al nacimiento de un género conocido posteriormente como rap: "La revolución no se televisará".

Miles de canciones y dos décadas más tarde, el líder de Public Enemy, Chuck D, decía que la música rap era la CNN de la juventud urbana de EEUU.

Ahora, Tamer Nafar, cantante del grupo de hip-hop palestino DAM asegura que "el rap es para nosotros, el pueblo palestino, la CNN. En cada pueblo, en cada ciudad, en Israel, Gaza, Cisjordania... la gente está haciendo hip-hop".

Todo comenzó a mediados de la década de 1990, cuando Tamer Nafar, entonces un adolescente, comenzó a ver vídeos musicales del legendario rapero estadounidense Tupac.

Lo que veía en la pantalla, las mugrientas y violentas calles de Los Ángeles, le eran familiares: se parecían a su barrio.

Tamer es de Lod, el gueto más conocido de Israel.

Aunque está a sólo 20 minutos en coche de los arbolados bulevares de Tel Aviv, las estrechas y grises calles del barrio, repletas de grafitis, cristales rotos y casas destartaladas, parecen estar mucho más lejos. La seguridad es un lujo desconocido en Lod, y durante la infancia de Tamer las peleas con cuchillos eran habituales y los tiroteos iban en aumento.

Pero Tupac no sólo se identificaba con la pobreza y la violencia de la que hablaba el difunto Tupac en sus canciones, sino también con la discriminación y el racismo. Los dos eran minorías viviendo entre una mayoría. Tupac, como afroamericano en lo que calificaba "el mundo del hombre blanco", y Tamer como palestino viviendo en Israel.

Escuchando música, Tamer comenzó a ver el rap como una manera de resistirse a la dura realidad de su barrio. Comenzó a escribir, a inventar ritmos, y a decir a familiares y amigos que quería ser rapero. "Pensaban que bromeaba", admite Tamer, que hoy en día tiene 32 años, una lengua afilada y mucho ingenio. "Yo también pensaba que era en cierto modo una broma".

Un par de años más tarde, sin embargo, ya actuaba en solitario en la incipiente pero pujante escena rapera israelí, haciéndose poco a poco un nombre e incluso compartiendo escenario con artistas judíos. "Era un circuito familiar", dice. "Pero no era político. Era para cosas buenas, como paz y todo eso. Pero no se hablaba de la realidad".

En 1999, su hermano menor, Suhell, y su amigo Mahmoud Jreri, también de Lod, se sumaron al tren del hip-hop, y los tres juntos pusieron en marcha DAM, que significa eternidad en árabe, sangre en hebreo y en inglés podría ser el acrónimo de "Da Arabian MCs"  [os raperos árabes].

Primer grupo de rap palestino y de los pioneros en el mundo árabe, DAM comenzó a mezclar ritmos hip-hop con melodías regionales, produciendo un sonido fresco con letras que devolvieron su música a las raíces del género en 1970: la protesta.

"Abrimos nuestras bocas", dice Suhell. "Hablamos de la realidad". Y no era una realidad muy agradable.

La Segunda Intifada estalló en septiembre de 2000, y la violencia entre israelíes y palestinos llegó a sus momentos más álgidos en años. Murieron miles de personas de ambos bandos.

El racismo entre ambas partes era más fuerte que nunca, y DAM tenía algo que decir al respecto. "Queríamos decirles a los israelíes 'poneos en nuestros zapatos y os dolerán los pies'", explica Tamer parafraseando una frase del rapero estadounidense DMX. Armados sólo con palabras, DAM pidió que la gente se pusiese en la piel de los palestinos antes de juzgar a los jóvenes que se rebelaban lanzando piedras.

En 2000 lanzaron su primer sencillo, "Criminales inocentes", grabado en hebreo con la música del "Avemaría" de Tupac. Y a los pocos meses llegó su gran éxito, "Mein Erhabi" (¿Quién es el terrorista?), con una rompedora letra rapeada en árabe:

Saltáis para decir / "¡Dejáis a niños pequeños que tiren piedras! / ¿No tienen padres que les hagan quedarse en casa?" / ¡¿QUÉ?! / Perecéis haber olvidado que habéis enterrado a nuestros padres debajo de los escombros de nuestras casas / Y ahora, cuando mi agonía es inmensa / ¿Me llamáis terrorista?

Los palestinos no escatimaron elogios, pero algunos israelíes se indignaron, acusando a DAM de apoyar el terrorismo y de ponerse del lado de los suicidas.

La revista Rolling Stone en Francia distribuyó posteriormente la canción gratis y Le Monde presentó a DAM como "la voz de una nueva generación".

Diez años más tarde y dos álbumes después, la música de DAM es la banda sonora de la juventud frustradade Oriente Medio, y el grupo ha hecho ya giras por Norteamérica y Europa.

Pero pese a su fama internacional, Tamer, Suhell y Mahmoud siguen viviendo en Lod, y aseguran que su compromiso con la realidad palestina sigue siendo tan fuerte como antes.

 

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