Ricardo blázquez, nuevo presidente de los obispos españoles: “entre todos diseñaremos un programa para recorrerlo”


El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el arzobispo de Valladolid Ricardo Blázquez, dijo este miércoles que para dirigir el Episcopado “no hay ni candidatos ni programas, de modo que yo no tengo programa”. Como cada uno tiene su forma “de ser y de actuar”, y “el estilo es el hombre”, el perfil de presidente debe responder a imitar a Jesucristo “y no a otras formas de comportamiento”.
Blázquez, que hizo estas declaraciones durante la rueda de prensa posterior a su elección acompañado del secretario general del Episcopado, José María Gil Tamayo, sí que apuntó que el tema “de reflexión” para la Asamblea Plenaria que los obispos españoles están celebrando esta semana para renovar los principales cargos de la CEE se funda en “las prioridades evangelizadoras que el Papa nos viene mostrando”. “No tengo programa particular, entre todos lo diseñaremos para recorrerlo”, agregó.
El nuevo presidente fue elegido con una amplia mayoría de los obispos españoles, pues cosechó 60 de los 79 votos. El arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, obtuvo 10 síes; el de Sevilla, Juan José Asenjo, 5; el arzobispo castrense, Juan del Río, 2; y un voto, el prelado de Calahorra y La Calzada-Logroño, Juan José Omella. Un obispo votó en blanco. Osoro fue elegido como vicepresidente en una votación posterior también celebrada esta mañana.
Las primeras palabras de Blázquez fueron para agradecer a los obispos la confianza que depositaron en él: “Hay trabajos que se aceptan desde las convicciones más profundas de la vida, y para mí son la fe cristiana, el ministerio apostólico que he recibido y el servicio a todos los hombres y mujeres de nuestra sociedad”.
Asimismo, compartió su agradecimiento al “servicio muy largo” que ha prestado a la Iglesia en España el cardenal Antonio María Rouco Varela “y seguirá prestando”.
El arzobispo de Valladolid se remitió al discurso con el que Rouco inauguró la Asamblea Plenaria y a la homilía que pronunció durante el funeral celebrado este martes en la catedral de la Almudena en referencia a los temas fundamentales como el aborto, la educación y la familia. “Lo fundamental de nuestra misión es transmitir la fe a esta generación que va llegando, a los que ya somos adultos y a los que se están despidiendo de la vida”, dijo.
En esta línea, destacó que “la evangelización es la misión fundamental de la Iglesia”, aunque subrayó “el respeto de la vida en todo su trayecto, en todas las circunstancias de la vida”, para enumerar algunas situaciones sociales que viven ciertos colectivos vulnerables, como los niños de la calle y los menores soldado.
IGLESIA DE PUERTAS ABIERTAS
“En nuestra sociedad, todos nosotros necesitamos que diariamente se nos anuncie el Evangelio”, agregó Blázquez, por lo que debemos “profundizar” en las raíces de la esperanza. “Hay motivos para la esperanza a pesar de las incertidumbres”, dijo, por lo que el hombre no debe vivir de espaldas a Dios.
Y en esa sociedad es donde la Iglesia desempeña su papel: “Sabemos todos que la Iglesia es una casa con puertas abiertas y especialmente están abiertas siempre que sentimos la indigencia y otros necesitan también el apoyo, el sostén, la defensa de esas causas, en defensa de los más indigentes”.
“Dios es una realidad inolvidable para las personas. Podemos desplazarlo, relegarlo, pero a lo largo de la vida van surgiendo las interrogaciones”, por lo que “nos viene muy bien creer a las personas creer en Dios”. “No es lo mismo la fe que la increencia”, matizó.
AMISTAD CON ROUCO
El presidente electo representará a los obispos españoles durante los próximos tres años, tomando el relevo del cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que lo ha ejercido durante los últimos seis años.
Blázquez (Villanueva del Campillo, Ávila, 13 de abril de 1942) es arzobispo de Valladolid desde 2010 y en la actualidad también ejercía como vicepresidente de la CEE, cargo que ha ejercido durante seis años. El nuevo reto que se le ha encomendado ya es conocido para él, pues el 8 de marzo de 2005 fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal Española hasta el 4 de marzo de 2008, en un trienio bisagra entre los dos sexenios en los que Rouco presidió este órgano colegial.
Precisamente, el purpurado reconoció la labor del cardenal Rouco al frente de este órgano colegial, con quien, según dijo, comparte amistad y ha coincidido en diversos destinos, como en Santiago de Compostela y en la Universidad Pontificia de Salamanca (donde ambos también trabajaron con el recién creado cardenal Fernando Sebastián).
SINTONÍA CON FRANCISCO
El nuevo presidente de la CEE aprovechó su primera comparecencia pública para mostrar “la comunión afectiva y efectiva” con el Papa Francisco en nombre de los obispos españoles. “Desde la CEE siempre hemos sintonizado sin fisuras con una comunión amable y queremos seguir haciéndolo”, apuntó.
También refiriéndose a Francisco, que este jueves cumple un año al frente del papado, destacó su cordialidad en la reciente visita ‘ad límina’ en la que han participado los prelados españoles, una relación propia “del hermano mayor con los hermanos menores”. “Tiene la gracia de en seguida abatir las barreras invisibles que puedan surgir entre nosotros”, apostilló.
Finalmente, subrayó que Francisco “desde el principio ha manifestado como le amor de Dios se tiene que testificar con amabilidad. Siempre va mostrando la dimensión humana del Evangelio, que aparece con mayor nitidez en las situaciones de mayor postración que podemos tener las personas”, en alusión a enfermos, necesitados y quienes viven la indigencia “de muchas formas”. “Es un regalo de Dios a la Iglesia”, concluyó.

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