Río encara el desafío de organizar cita del Papa con dos millones de fieles

  • Río de Janeiro está acostumbrada a celebrar eventos multitudinarios como las fiestas de carnaval y de fin de año, pero el desafío de organizar la cita de seis días que el Papa Benedicto XVI tendrá en julio con al menos dos millones de fieles obliga a la ciudad a ingeniarse nuevas soluciones.

Carlos A. Moreno

Río de Janeiro, 2 feb.- Río de Janeiro está acostumbrada a celebrar eventos multitudinarios como las fiestas de carnaval y de fin de año, pero el desafío de organizar la cita de seis días que el Papa Benedicto XVI tendrá en julio con al menos dos millones de fieles obliga a la ciudad a ingeniarse nuevas soluciones.

Dos misas multitudinarias, una fiesta para recibir al pontífice, una escenificación de la Vía Sacra en pleno malecón de Copacabana y una vigilia en la que cerca de un millón de jóvenes dormirá al aire libre en una hacienda figuran entre los actos centrales de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Río de Janeiro entre el 23 y el 28 de julio próximo.

Cada uno de esos cinco eventos, casi todos con la presencia de Benedicto XVI, reunirá hasta un millón de personas, con excepción de la misa de clausura, para la que se esperan el doble de fieles, dijo a Efe el arzobispo de Río, Orani Joao Tempesta.

"Eso significa que la ciudad organizará algunos Reveillones en sólo seis días", explicó a Efe Duda Magalhaes, director general de Dream Factory, la empresa escogida para montar la compleja infraestructura exigida por el evento.

El Reveillon es la fiesta de fin de año que la ciudad celebra en la playa de Copacabana cada nochevieja y que para recibir al 2013 congregó a 2,3 millones de personas.

Dream Factory, empresa responsable por la organización de eventos como el Rock in Río y por montar la infraestructura para las comparsas que desfilan en la calle durante el carnaval, nunca había asumido el desafío de organizarle hospedaje, alimentación y transporte a posiblemente un millón de peregrinos.

"Calculamos que el evento movilizará a dos millones de personas pero que el número de inscritos, es decir de jóvenes tanto de Brasil como de otros países interesados en participar en todos los actos, será de entre 500.000 y un millón. El otro millón es de cariocas que pueden sumarse a uno u otro evento y que querrán asistir a la misa del Papa", según Magalhaes.

El alojamiento, organizado directamente por la archidiócesis, será ofrecido básicamente en parroquias, escuelas y campamentos, así como en las casas de familias que se han inscrito para recibir peregrinos. Quienes opten por hotel, lo pagarán de su bolsillo.

"Hasta ahora tenemos confirmados 200.000 cupos de hospedaje", dijo el arzobispo.

Para la alimentación, Dream Factory distribuirá tarjetas magnéticas de una empresa que funcionan como tarjetas de débito de un banco y que son aceptadas por numerosos restaurantes y supermercados.

Ello permitirá que los peregrinos acudan al restaurante que deseen sin necesidad de que se concentren en comedores o en un número limitado de establecimientos.

Cada inscrito tendrá derecho a gastar 30 reales (17,5 dólares) diarios en alimentación y la tarjeta, que el peregrino recibirá a su llegada a Río, será recargada automáticamente durante los seis días del evento.

Para movilizarse por la ciudad, cada peregrino recibirá una tarjeta similar que le permitirá hacer diariamente entre seis y ocho viajes en cualquier transporte público, sea autobús, metro, tren o barco.

La tarjeta garantizará el transporte a los lugares de los eventos centrales y a los paralelos, como los centros culturales en que se ofrecerán espectáculos musicales, las iglesias y escuelas en que habrá catequesis en diferentes idiomas y el museo que albergará una exposición de arte sacro del Vaticano que incluye artistas como Leonardo da Vinci, Bernini, Miguel Ángel y Caravaggio

El mayor desafío para Dream Factory será montar una ciudadela en la finca en la que el Papa oficiará la multitudinaria misa campal con la que concluirá la Jornada el 28 de julio.

Los peregrinos, que tendrán que caminar entre 10 y 13 kilómetros hasta el lugar porque las vías aledañas serán bloqueadas, se concentrarán en la zona de la vigilia un día antes y pasarán la noche en sacos de dormir al aire libre durante una jornada con extensa programación cultural y religiosa.

Además del altar que será construido para la misa, los organizadores dividirán el terreno en cuadrantes, cada uno de ellos con baños, puesto médico, restaurante y tienda de souvenires. Será una ciudadela improvisada y provisional con todos los servicios, según Magalhaes.

Las autoridades de Río consideran que la Jornada Mundial de la Juventud servirá como preparación para los grandes eventos que la ciudad organizará en los próximos años, como el Mundial de fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016.

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